Al cumplirse este 25 de marzo, un año de la consagración que hizo el Papa Francisco de Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María, el vocero de la Conferencia Episcopal de Rusia, P. Kirill Gorbunov, aseguró que "el fruto que esperamos y por el que rezamos es básicamente un milagro".
El 25 de marzo de 2022, el Santo Padre llevó a cabo la consagración de ambos países en una ceremonia realizada en la Basílica de San Pedro, en respuesta a una solicitud de los obispos católicos de rito latino de Ucrania.
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En declaraciones a ACI Prensa, el P. Gorbunov señaló que esperan un milagro, "porque desde el punto de vista puramente humano no hay muchas razones para la esperanza en este momento".
"El mayor milagro de todos es la conversión de los corazones del odio y el resentimiento al perdón y la reconciliación. Es más difícil que mover las montañas", afirmó el sacerdote, quien aclaró que "es difícil hablar de resultados inmediatos cuando nos enfrentamos a eventos de tan profundo significado espiritual".
El P. Kirill Gorbunov comentó que "la decisión del Papa Francisco de consagrar a Rusia y Ucrania juntas es un recordatorio fuerte y muy necesario de que a los ojos de Dios todos somos sus hijos pecadores y sufrientes".
"Todos tenemos necesidad de Su misericordia, todos nosotros, que deseamos arrepentirnos y convertirnos, Él extiende la misma oferta de perdón y salvación", agregó.
El vocero declaró que "en tiempos de guerra, siempre existe la terrible tentación de ver al otro bando como menos humano. La consagración de Rusia y Ucrania es un fuerte mensaje contra esta tentación. Posiblemente, lo más difícil para las personas que se encuentran en bandos opuestos en un conflicto de este tipo es continuar orando unos por otros y unos con otros".
"La Iglesia cree firmemente que esta fidelidad a la comunión entre nosotros es la única posibilidad de conversión y reconciliación. Creo que lo que escribe el Papa Francisco sobre el valor y el significado del perdón en Fratelli tutti no es sólo una hermosa lectura espiritual, sino una guía muy práctica para nosotros", observó el sacerdote.
La ayuda que ofrece la Iglesia Católica en Rusia a los afectados por la guerra
El presbítero detalló, en el diálogo con ACI Prensa, que la Iglesia Católica en Rusia está ayudando a las personas afectadas por la guerra. "Al ser una pequeña minoría, menos del 1% de la población, los católicos rusos tienen recursos muy limitados".
"Sin embargo, hay ayuda en diferentes niveles: varios grupos de nuestros feligreses recolectan alimentos, ropa y medicinas para los refugiados", manifestó el P. Gorbunov.
El sacerdote indicó que "las estructuras de Cáritas, especialmente de la Diócesis de San Clemente en Saratow", brindan ayuda esencial, así como "asistencia de consultoría en trámites, registro, pensiones y beneficios; personas individuales, médicos, psicólogos van como voluntarios".
"Recientemente, nuestra Conferencia Episcopal decidió enviar, temporalmente, sacerdotes y catequistas a comunidades que llevaban hasta un año sin sacramentos", refirió.
La oración y la Virgen de Fátima
El vocero del Episcopado ruso recordó que fue la Virgen María, en sus "apariciones en 1917 en Fátima, quien pidió que Rusia debe ser consagrada a su Inmaculado Corazón para evitar grandes males y sufrimientos".
"Los Pontífices repitieron esta consagración varias veces, e innumerables personas en todo el mundo tomaron en serio este mensaje y continuaron orando por la conversión de Rusia", comentó.
"Después de la caída de la Unión Soviética, muchos han pensado que la profecía se ha cumplido y que ya no hay necesidad de estas oraciones. Los hechos recientes demuestran que esto no es cierto", precisó el sacerdote.
Finalmente, el vocero resaltó que "estas oraciones son aún más necesarias que antes. Al mismo tiempo, siento firmemente que en este momento es imposible orar por Rusia sin orar por Ucrania y viceversa. El Santo Padre nos ha dado un gran ejemplo de tal oración".