La Conferencia Episcopal Española (CEE) envió un mensaje con motivo del inicio del Ramadán, el mes sagrado islámico, en el que invita a musulmanes y católicos "a rezar unos por otros".
La carta lleva por título "Un canto unánime de alabanza a Dios" y está firmada por el presidente de la Subcomisión Episcopal para las Relaciones Interconfesionales, el Obispo de Solsona, Mons. Francisco Conesa.
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El documento destaca que este año el Ramadán coincide con la Cuaresma y que, por ello, "nuestros fieles abrirán conjuntamente su corazón a Dios en la oración, renovarán sus vidas con el ayuno y romperán las fronteras del individualismo abriéndose al prójimo con la práctica de la limosna".
También detalla que el próximo mes de abril "las tres religiones monoteístas, siguiendo sus propias tradiciones y ritos, elevarán un canto unánime de alabanza a Dios".
El próximo mes se celebra la Pascua judía, la Resurrección de Cristo y la fiesta que marca el fin del Ramadán, el Eid al-Fitr.
Según se argumenta en el mensaje, esta coincidencia supone "un canto coral de júbilo que resonará esperanzador en el corazón de una humanidad que sigue siendo golpeada por la guerra, por la crisis económica y la injusticia".
Por otro lado, se invita a musulmanes y católicos al rezo común para que "podamos redescubrirnos como hermanos en nuestro camino irreversible de fraternidad por la paz mundial y la convivencia".
Mons. Conesa aprovecha la ocasión para "agradecer a la Comunidad islámica en España sus muestras de cercanía y solidaridad" con motivo del "doloroso hecho del pasado 25 de enero en Algeciras".
El Prelado se refiere así al mortal atentado yihadista que acabó con la vida del sacristán Diego Valencia y que hirió de gravedad al P. Antonio Rodríguez.
"La colaboración conjunta entre nuestras Comunidades debe seguir fortaleciendo los lazos de amistad sincera y de respeto recíproco", señala el mensaje.
Del mismo modo, se espera que esta relación eduque a los fieles católicos y musulmanes "en la protección de los lugares de culto, como enseñan nuestras religiones".
"Cualquier amenaza o atentado contra ellos es una desviación de la auténtica religión y una violación de la libertad religiosa", concluye.