El Arzobispado de Mendoza (Argentina) repudió los hechos de violencia que se desarrollaron en la tarde del lunes contra una muestra de arte ofensiva a la fe cristiana.
 

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Se trata de la exposición "#8M Manifiestos Visuales", que se expone durante marzo en el Rectorado de la Universidad Nacional de Cuyo con motivo del mes de la mujer.
 
Algunas de las obras exhibidas habían despertado críticas entre quienes profesan la fe católica y entre los cristianos en general por su explícito contenido blasfemo.
 
Una de ellas alude a la crucifixión de Jesús representado con el cuerpo de una mujer desnuda; otra, simboliza una vulva que simula ser la silueta de la Virgen María.
 
Al tomar conocimiento de la muestra, la Pastoral Social de la Arquidiócesis de Mendoza manifestó su repudio, por considerar que ejerce "violencia simbólica sobre signos religiosos cristianos".
 
Afirmaron, además, que "hiere gravemente" las convicciones religiosas.
 
Miembros de la comunidad educativa también se manifestaron y recolectaron firmas para que la exposición fuera retirada de las instalaciones de la Universidad.
 
En la tarde del lunes 20 de marzo, un grupo de personas se reunió a rezar en el lugar, y la actividad terminó con destrozos en la exposición.
 
Ante esta situación, la Pastoral Social de la Arquidiócesis de Mendoza se pronunció nuevamente, esta vez en repudio a "este acto de violencia física hacia las obras allí expuestas".
 
Asimismo, se solidarizaron "con las artistas que vieron afectado el fruto de su trabajo y esfuerzo".
 
"Volvemos a llamar a la concordia y la paz que se pierde en los extremos", advirtieron.
 
Al mismo tiempo, recordaron que "detrás de una obra o detrás de un símbolo religioso hay personas que tienen creencias o ideologías que no deben ser violentadas, ridiculizadas o agraviadas".
 
Finalmente, lamentaron el accionar de quienes "viven su religiosidad como en tiempos oscuros, que tan dolorosos han sido para la humanidad".
 
El comunicado concluye invocando "la protección de Dios, fuente de toda razón y justicia", citando la Constitución Argentina.
 
Desde la Universidad, la rectora Esther Sánchez, el vicerrector Gabriel Fidel y otras autoridades condenaron "todo tipo de violencia" e instaron al diálogo. 
 
"La UNCUYO, con su pluralidad de ideas, visiones y pensamientos, ofrece su espacio para la reflexión. Llama a la escucha y a aceptar las diferencias en paz", expresaron.
 
"La misión de producción de conocimiento y formación de personas sólo puede llevarse adelante en un ambiente pacífico y de debate sincero donde el reconocimiento del otro y de sus ideas permita innovar y aportar soluciones que unan y no que distancien", consideraron.