El Arzobispo de Nueva York (Estados Unidos), Cardenal Timothy Dolan, inauguró y bendijo este viernes la escultura "Dejad libres a los oprimidos" (Let the Oppressed Go Free), que tiene como objetivo crear conciencia sobre el flagelo de la trata de personas.
La obra se inauguró este 17 de marzo durante una Misa celebrada por la festividad de San Patricio en la catedral del mismo nombre.
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La creación del artista canadiense, Timothy Schmalz, retrata a la figura de Santa Josefina Bakhita, patrona de las víctimas de la trata, abriendo la tapa de una alcantarilla y liberando de la clandestinidad a otras 100 siluetas de víctimas de todas las edades y grupos étnicos que sufrieron este flagelo.
La escultura mide dos metros de largo y ha sido emplazada en la primera capilla del ala derecha del altar principal, al lado de la Virgen de Guadalupe.
"La razón de ser de esta obra de arte, propiamente, es crear conciencia sobre el terrible flagelo de la trata de seres humanos, tan frecuente y al mismo tiempo tan fácilmente olvidado por todos nosotros", indicó el rector de la Catedral de San Patricio, P. Enrique Salvo, quien estuvo presente.
En la ceremonia también participaron el Alcalde de Nueva York, Eric Leroy Adams; la Gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul; entre otras autoridades locales.
La decisión de colocar la escultura en la Catedral de San Patricio se debió a que el santo fue una víctima de trata, ya que fue secuestrado por piratas y luego vendido como esclavo en Irlanda a una edad temprana.
"Al igual que Santa Josefina Bakhita, San Patricio es alguien a quien podemos orar en nombre de todas las víctimas. A través de la oración y la acción, la Iglesia se compromete a poner fin a esta tragedia", explicó el P. Salvo.
El rector describió la escultura como una "obra dotada de belleza, impactante y poderosa, como todo buen trabajo de arte orientado a crear conciencia".
La Catedral de San Patricio recibe unos seis millones de visitantes al año, lo que la convierte en un lugar importante para cultivar la sensibilización.
Según datos de la Oficina contra la Droga y el Delito de la ONU, la trata es una de las desgracias mundiales más vergonzosas que existen, porque a través de esta práctica se capturan mujeres, hombres y niños marginados y los someten diariamente a situaciones de explotación.
Si bien la forma más conocida es la trata sexual, cientos de miles de víctimas también son objeto de trata con fines de trabajo forzoso, servidumbre doméstica, niños soldados, mendicidad infantil o extracción de órganos.
Esta práctica es considerada uno de los negocios ilícitos más lucrativos del continente europeo, y reporta más de 3 mil millones de dólares al año a grupos criminales. Se estima que el 72% de las víctimas a nivel global son mujeres y niñas, y la mayoría se encuentran en las regiones y subregiones más pobres, como África y el Gran Mekong.