Más de 250 obispos estadounidenses llegaron este fin de semana a Denver para el retiro de primavera de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB), donde analizarán diversos temas como la protección de niños y jóvenes, la presencia de los católicos en la vida pública y un posible Consejo Plenario luego de 100 años.
En la reunión –que se lleva a cabo desde este lunes por la tarde hasta el sábado 19 de junio en el Hotel Inverness– los obispos discutirán sobre algunos aspectos de la “Carta para la Protección de Niños y Jóvenes” del 2002 y la aprobación de las revisiones anuales de las diócesis estadounidenses en relación al cumplimiento de dicha carta.
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La organización Survivors Network of Those Abused by Priests (SNAP) sostuvo el pasado fin de semana su Conferencia Anual en Denver para ejercer presión sobre los obispos.
En una reciente declaración, SNAP no sólo exige revisiones anuales –con el enorme esfuerzo de personal y dinero que se requiere para cada diócesis– sino también que los obispos designen para el Comité Examinador Nacional a un supervisor con experiencia en crímenes sexuales, al menos un miembro de SNAP y un representante del grupo “Voice of the Faithful”.
“Voice of the Faithful” es una organización que demanda a la Iglesia Católica entre otras cosas la ordenación sacerdotal de mujeres, hacer opcional el celibato, declarar el aborto y la concepción artificial como “morales”, bendecir las uniones homosexuales y permitir a los divorciados recibir la Comunión y volverse a casar por la Iglesia.
Por su parte, Sergio Gutierrez, portavoz de la Arquidiócesis de Denver, explicó que los obispos permanecen comprometidos en la realización de las promesas hechas en Dallas hace dos años. “Hagan lo que hagan los obispos, SNAP no va a estar satisfecho”, afirmó Gutierrez.