El Papa Francisco pidió mayor protección para los menores en la Iglesia y aseguró que "el abuso sexual por parte del clero y su encubrimiento por parte de obispos y superiores religiosos ha dejado una herida indeleble en el Cuerpo de Cristo, la Iglesia".
El Vaticano difundió este martes 14 de marzo el mensaje que el Papa Francisco escribió con motivo del Congreso Latinoamericano sobre la prevención del abuso, celebrado bajo el título "Atender, informar y comunicar: Claves por una gestión eficaz en los casos de abuso sexual".
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Se trata del segundo Congreso sobre la prevención del abuso en la Iglesia, impulsado por la Conferencia Episcopal de Paraguay y la Pontificia Comisión para la Protección de los Menores, que tendrá lugar en Asunción (Paraguay) del 14 al 16 de marzo.
En su mensaje, el Santo Padre aseguró que es una prioridad "establecer procedimientos claros para la protección de las personas vulnerables en la Iglesia".
Asimismo, señaló haber pedido "a la Pontificia Comisión que supervise la aplicación adecuada de Vos estis Lux Mundi, para que las personas víctimas de abusos tengan vías claras y accesibles para buscar justicia".
En este sentido, indicó que "aquellas partes de la Iglesia donde los esfuerzos para promover medidas de prevención aún se encuentran en las primeras etapas debido a la falta de recursos, necesitan una atención especial".
"¡No se puede permitir que las crueles desigualdades que afectan a nuestras sociedades afecten a nuestra Iglesia!", exclamó el Santo Padre.
"Tanto una violación como una traición, el abuso sexual por parte del clero y su encubrimiento por parte de obispos y superiores religiosos ha dejado una herida indeleble en el Cuerpo de Cristo, la Iglesia, debido al daño causado a tantas personas", lamentó.
El Papa Francisco aseguró, además, que "cualquiera que disminuya el impacto de esta historia o minimice el peligro, deshonra a aquellos que han sufrido tanto y engaña a aquellos quienes dicen servir".
Por ello, insistió en que el abuso por parte de cualquier persona en la Iglesia "es un peligro claro y presente para el bienestar del Pueblo de Dios y su mal manejo continuará degradando el Evangelio de Dios a los ojos de todos".
En esta línea, destacó el deseo de cambio en la Iglesia y el esfuerzo por cambiar esta situación, al mismo tiempo que animó a realizar más eventos de este tipo, que puedan ofrecer un informe en el que se señalen "dónde se necesitan mejoras".
"Debemos ser capaces de ver los resultados de que los menores están más seguros en nuestra Iglesia", pidió el Papa Francisco más tarde.
Por último, esperó que la Nuestra Señora de la Asunción sea un modelo "para esta nueva etapa en la vida de la Iglesia Latinoamericana y una fuente de fortaleza para todos los que están comprometidos en esta necesaria, pero dolorosa, labor en el ministerio de la Iglesia".