La agencia vaticana Fides informó sobre la preocupación en la Iglesia Católica en Sri Lanka por el esfuerzo de los nueve monjes budistas que integran el Parlamento nacional para aprobar una ley “anti-conversión” que sancionaría a quienes dejen el Budismo para abrazar credos como el Cristianismo.
Fides señaló que “los temores expresados en el pasado por la Iglesia católica de Sri Lanka se han confirmado: el clero budista -que en las elecciones generales del pasado abril formó un partido político, obteniendo nueve escaños en el Parlamento- ha presentado oficialmente a la Asamblea legislativa del país una propuesta de ley definida como ‘Documento anti-conversiones’, que prevé severos castigos y la cárcel para quien cometa el crimen de ‘conversiones no éticas’”.
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El texto, publicado en el Boletín Oficial del Parlamento ceilandés, “ha provocado sorpresa y preocupación en los ambientes católicos, porque en los días pasados los Obispos intentaron, a través de contactos personales y encuentros, explicar las razones de la oposición de la Iglesia a una medida tal”.
Según la agencia, los nueve monjes budistas –que llegaron al poder después de una elección de militancia política que ha dividido al mismo mundo budista- “son expresión de los grupos más duros, animados por un nacionalismo fundamentalista que aspira a preservar la identidad budista del país”.
Fides advierte que el boceto de ley presentada “declara abiertamente la voluntad de defender el Budismo como religión dominante en Sri Lanka y querer contrarrestar las conversiones obtenidas con medios fraudulentos (persuasión con dinero, asistencia social, beneficios de todo tipo)”.
Una fuente católica citada por la agencia, denunció que "los monjes budistas se han rebelado a algunas acciones de proselitismo realizadas por sectas Protestantes pero quien sufriría las consecuencias, si esta ley fuera aprobada, sería también la comunidad católica. Muchas actividades caritativas o misioneras podrían estar en serio peligro".
La ley prevé penas hasta de siete años de cárcel para quien promueva la conversión.
Para el Episcopado de Sri Lanka "esta ley, no haría sino polarizar a la sociedad en sentido confesional” y “aumentaría el odio entre comunidades de religión diferente".
Los obispos han pedido la institución de una comisión conjunta, con representantes del gobierno y diversas religiones, que afronten el problema de las sectas caso por caso.
La Constitución de Sri Lanka actualmente reconoce al Budismo –que representa al 65 por ciento de la población- una posición preeminente entre los credos del país pero garantiza a los fieles de otras confesiones el derecho a practicar libremente su propia fe. Los hindúes representan el 15 por ciento de la población, y tanto cristianos como musulmanes ostentan el 9 por ciento.