El Obispo de Springfield y experto en derecho canónico, Mons. Thomas Paprocki, publicó el 28 de febrero un artículo en la revista teológica First Things, titulado "Imaginando a un cardenal herético" en el que cita a un cardenal estadounidense -sin identificarlo- y describe sus escritos como heréticos.
El ensayo de Mons. Paprocki, jefe electo del Comité de Asuntos Canónicos y de Gobierno de la Iglesia del Episcopado de Estados Unidos, no menciona al Cardenal Robert W. McElroy, pero copia citas de un artículo publicado por el Purpurado en la revista jesuita America.
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En este artículo, el Cardenal McElroy, también Obispo de San Diego (California), propone que cualquier persona pueda recibir la Comunión, se muestra a favor de la ordenación de mujeres sacerdotes y también de la bendición de uniones del mismo sexo.
En el artículo de America, el Cardenal sostiene que considerar "todos los actos sexuales fuera del matrimonio" como "un pecado objetivamente grave" ha centrado "la vida moral cristiana desproporcionadamente en la actividad sexual".
Según McElroy, en la práctica pastoral, los actos sexuales han sido el motivo central "de exclusión de la Eucaristía" y "esto debería cambiar".
El Cardenal McElroy es conocido por haber desatado varias polémicas en Estados Unidos con su postura pública sobre la "coherencia eucarística" y se ha pronunciado a favor de no negar la Comunión a los políticos que apoyan la legalización del aborto.
En su columna, Mons. Paprocki pide al lector imaginar que "un cardenal de la Iglesia Católica publique un artículo en el que condene 'una teología de coherencia eucarística que multiplica las barreras a la gracia y el don de la Eucaristía'" o "dijera públicamente que los actos homosexuales no son pecaminosos y que las uniones homosexuales deben ser bendecidas por la Iglesia".
Sin mencionar a McElroy, el Obispo escribe que "hasta hace poco habría sido difícil imaginar a cualquier sucesor de los apóstoles haciendo tales declaraciones heterodoxas" y considera que, "desafortunadamente, no es inusual hoy escuchar a líderes católicos afirmando perspectivas no ortodoxas, posturas que no hace mucho habrían sido adoptadas sólo por herejes".
¿Quién es el cardenal hereje?
En declaraciones a Catholic News Agency (CNA), agencia de EWTN News, Mons. Paprocki indicó que su ensayo no tiene la intención de acusar a un cardenal en particular.
"Intencionalmente no mencioné nombres, porque no quiero que esto gire en torno a los personajes involucrados, sino en torno a las enseñanzas católicas que están siendo negadas," comentó Mons. Paprocki.
"¿No es acaso contrario a la fe católica y, por lo tanto, herejía decir que los pecados sexuales no son materia grave? ¿No es contrario a la fe católica y, por lo tanto, herejía decir que uno puede recibir la santa Eucaristía a pesar de haber cometido un pecado grave sin arrepentirse? ¿Si esto es así, cuáles son las implicancias canónicas de tales herejías? Por eso es que el ensayo se titula 'Imaginando a un cardenal herético' y no 'Acusando a un cardenal herético'", explicó a CNA.
¿Qué es la herejía?
Mons. Paprocki recuerda que el Código de Derecho Canónico, el conjunto de normas que regulan a la Iglesia Católica, establece en el canon 751 que la herejía es "la negación pertinaz, después de recibido el bautismo, de una verdad que ha de creerse con fe divina y católica".
Además, recuerda que el canon 750 establece que debemos creer "todo aquello que se contiene en la Palabra de Dios escrita o transmitida por tradición" y "todos están obligados a evitar cualquier doctrina contraria".
"Los herejes, apóstatas y cismáticos incurren en la penalidad de la excomunión sobre sí mismos", agrega el Obispo.
Un peligro
Al final de su columna, el Obispo de Springfield advierte sobre otro peligro: "Solamente el Papa puede destituir a un cardenal de su cargo o expulsarlo del estado clerical en caso de herejía u otros delitos graves. De no hacerlo, surge la indecorosa perspectiva de que un cardenal, excomulgado latae sententiae debido a la herejía, vote en un cónclave papal".
"Debemos rezar para que el Espíritu Santo no permita que esto suceda, e inspire a cualquiera que abrace opiniones heréticas a renunciar a ellas y a buscar la reconciliación con nuestro Señor y su Iglesia", concluye el Obispo sobre el "cardenal imaginario".