Luego del lanzamiento del tráiler de la película "El exorcista del Papa", supuestamente basada en la vida del P. Gabriele Amorth y protagonizada por Russell Crowe, el P. José Antonio Fortea explicó que esta producción es una exageración de la realidad.
El sacerdote español aseguró que "la acción del demonio sobre los posesos es exagerada" en las películas de Hollywood, debido a una visión desfigurada del poder que tiene el ángel caído.
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En el tráiler publicado por Sony Pictures Entertainment el Miércoles de Ceniza, y que hasta el momento cuenta con más de 6 millones de vistas en YouTube, se afirma que la película está "basada en los archivos del Padre Gabriele Amorth, exorcista principal del Vaticano".
Sin embargo, el P. Fortea, famoso teólogo español y experto en demonología, escribió en su blog que la productora debería añadir que "cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia".
Para el sacerdote español, "el exorcismo es lo que aparece en los evangelios", y "el más espectacular" de ellos es el de los endemoniados de Gerasa, que vivían en tumbas y rompían cadenas. No obstante, llegó el Señor para arrojar a los demonios a una piara cercana.
Basándose en este pasaje de la Biblia, explica que, "si hubieran ocurrido más cosas en ese exorcismo u otros, nos las habrían contado los evangelistas".
El P. Fortea destacó igualmente que, "en los relatos de curaciones, las descripciones son variadas y detalladas". Por ello, enfatizó que "en el campo de los posesos no había nada más que contar", pese a que la labor de exorcista del Señor fue frecuente.
El autor de la Summa Daemoniaca agregó que "lo sustancial de las posesiones es la furia en medio de una situación de trance", aunque "alguna rarísima vez puede ocurrir algún hecho más llamativo, como vomitar algún objeto".
La visión de Hollywood sobre el demonio
Acerca de la película "El exorcista del Papa", mencionó que "la visión que nos da el cine de la acción del demonio sobre los posesos es exagerada", porque "la visión hollywoodiana del poder del demonio está desfigurada".
Además, señaló que dicha exageración en el campo de los endemoniados es provocada por la deformación en la visión del ángel caído.
El P. Fortea también explicó que, pese a lo que piensen los guionistas de la película, "Dios limitó el poder del demonio para que no cayéramos en temor hacia él" y "para no fomentar atracción sobre sus potenciales adoradores".
"La labor del exorcista, por ende, resulta también más humilde: consiste en orar, en el ascetismo, intercalando órdenes de tanto en tanto durante los rituales", señaló.
Y es que "el exorcista no ejecuta poses teatrales", ni realiza "nada estrambótico que asemeje su labor a la de la magia".
El P. Fortea hizo notar asimismo que en las películas sobre exorcismos los guionistas suelen introducir cierta dosis de conspiración o de "oscuros secretos maquinados por la jerarquía de la Iglesia".
En estas producciones, continuó, "el guion requiere que obispos y cardenales estén involucrados en el mal en su aparente lucha contra el mal".
El presbítero considera que "los guionistas de Hollywood son extremadamente anticlericales" y, por eso, "en sus historias, necesariamente, esa jerarquía ha de estar involucrada en hechos espantosos, oscuros".
"Una película de Hollywood nunca puede mostrar una lucha entre el demonio (el mal) y la Iglesia (el bien), sino que el demonio y la Iglesia están del mismo lado frente a un exorcista-héroe", concluyó.