El P. Miguel Ángel Soto Toloza, de la Congregación de Jesús y de María (eudista) de la Provincia Minuto de Dios de Bogotá (Colombia), aseguró que la Misa tiene "sus formas y normas claras", y que estas no impiden que pueda ser vivida "con gozo y alegría, siempre en obediencia a lo que la Iglesia pide".
El sacerdote colombiano habló con ACI Prensa sobre algunas de las preguntas más frecuentes sobre la Renovación Carismática Católica (RCC).
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¿Qué es la Renovación Carismática Católica?
El P. Soto, quien además fue asesor arquidiocesano de la RCC en Arequipa (Perú), explicó que esta "es una corriente de gracia del Espíritu Santo para la Iglesia, perteneciente a lo que el querido y recordado Benedicto XVI llamó alguna vez la 'primavera de la Iglesia'".
Además, se refirió a ella como "una experiencia de encuentro personal con Jesucristo, que nos da su Santo Espíritu para renovar en cada uno las maravillas de Pentecostés".
El sacerdote hizo énfasis en que la RCC ayuda a los fieles a vivir con intensidad "la vida nueva del Bautismo", reencontrarse con la Palabra de Dios y ponerla en práctica, "y dejarse llevar por una nueva efusión del Espíritu de Dios".
"La RCC nos lleva al gozo para alabar al Señor, a vivir la vida profética del cristiano y recibir los dones del Señor para la edificación de la Iglesia", afirmó.
¿Qué no es la Renovación Carismática Católica?
El párroco de la Iglesia del Espíritu Santo en Arequipa explicó que la Renovación Carismática Católica "no es una experiencia simplemente sensible que se sustenta en lo meramente emocional".
"No es tampoco una visión personalista de la fe, ni mucho menos una forma de manipulación mercantilista de la experiencia cristiana", aclaró.
El P. Soto indicó que eso "es una perversión" y una "visión diabólica que desfigura lo que el Espíritu de Dios verdaderamente quiere hacer en la Iglesia, alejándonos de la voluntad del Señor".
Esta perversión, continuó explicando, se da por una errada comprensión de los dones y carismas.
"La RCC es una acción de Dios para la Iglesia, una manifestación del poder de Cristo y un regalo del Espíritu para un mundo que necesita un fuego que por fin lo incendie todo, como dice el Señor en Lucas 12,49", afirmó.
¿Cuál es el origen de la Renovación Carismática Católica?
La RCC tuvo su origen en 1967, cuando un grupo de fieles católicos y protestantes vivieron un retiro en la Universidad de Duquesne, en Estados Unidos.
Al respecto, el P. Soto manifestó que "la experiencia de Duquesne fue novedosa y hasta sorpresiva para aquellos que la vivieron, pero no hay duda de que desde siempre la identidad de los que allí estuvieron era católica".
"El mismo origen de esta experiencia bebe tanto de la propuesta renovadora del Concilio Vaticano II como de la vida de otros movimientos de la Iglesia, particularmente los Cursillos de Cristiandad", explicó.
Además, hizo hincapié en que la gracia en la RCC "se suscitó en un ambiente eminentemente católico, promovido por estudiantes y profesores universitarios católicos en Estados Unidos".
Por eso, recordó que el fallecido Cardenal Leo Jozef Suenens ayudó a que la Iglesia redescubra en la RCC "este bello tesoro de la acción permanente del Espíritu de Dios con sus dones y carismas".
"Es más, el mismo Papa San Pablo VI llegó a decir que la RCC era una ocasión para que 'el prodigio de Pentecostés se prolongue en la historia'", enfatizó.
¿Es cierto que la RCC permite algunos excesos litúrgicos durante la Santa Misa?
Sobre este tema, el P. Soto resaltó que "quien está verdaderamente en el camino de la Renovación sabe que la liturgia es fuente y culmen de la vida cristiana, y que cada espacio en ella manifiesta la gracia y el poder de Dios".
Además, recordó que "en todos lados está el peligro de los abusos litúrgicos, por exceso o por sustracción, no solo en la RCC".
Tras reconocer que "en algún momento ciertos espacios carismáticos permitieron estas cosas", el P. Soto manifestó su optimismo, porque ve "con alegría y esperanza que hay una gran preocupación de muchos sacerdotes carismáticos de ser fieles al Señor y a la Iglesia en la liturgia, pero también con apertura a la permanente novedad del Espíritu".
El sacerdote colombiano afirmó conocer "hermanos míos carismáticos que gozan con el Señor haciendo algunas partes de la Misa en latín, incluyéndome".
"¡Si en Duquesne todo empezó cantando el Veni Creator!", exclamó.
El P. Soto manifestó que en la Renovación Carismática Católica saben muy bien que "en toda Misa, el Señor sana, libera, fortalece y renueva, y, por tanto, invitamos a que todos vivan cada celebración con intensidad, piedad y amor".
Tras recordar que la liturgia es clara en sus formas y normas, el sacerdote eudista explicó que esto no impide que la Misa pueda ser vivida con gozo y alegría, "siempre en obediencia a lo que la Iglesia pide, y respondiendo a la cultura e identidad de cada pueblo y comunidad".
El sacerdote dijo estar convencido de que la gracia de Dios está en el equilibrio entre "alegría y piedad, sobriedad y espontaneidad, obediencia y sana creatividad".
"Eso lo da también el Espíritu Santo ¡Y un buen carismático lo sabe!", sentenció.
Además, evocó una frase que alguna vez escuchó de un sacerdote eudista: "Que en la liturgia no muramos ni de arteriosclerosis espiritual, ni de esquizofrenia carismaniática".
¿Cuál es el papel de la Virgen María en la RCC?
El P. Soto también explicó que "la 'Madre Admirable', como le llama San Juan Eudes, es referente fundamental para un carismático".
El sacerdote eudista mencionó que en la RCC la Madre de Dios es modelo de apertura y entrega al Espíritu Santo.
"Ella en la Anunciación se entrega por completo a la Divina Voluntad, sabiendo que el Espíritu que se posó le traerá la salvación en Cristo, que vive y reina en su corazón desde el principio", apuntó.
También se refirió a la Virgen como ejemplo de seguimiento de Jesús y modelo de oración e intercesión, debido a que "María camina con su Divino Hijo y le escucha, presentándole las necesidades de aquellos que Ella ama, y a todos nos lleva a obedecer siempre al Señor, haciendo lo que Él diga".
Además, la describió como ejemplo de gozo por la efusión de Pentecostés, "acompañando a los Apóstoles para recibir la promesa del Padre y del Hijo, para así ir a proclamar el Evangelio por el mundo entero".
"María quiere también acompañarnos en esta nueva efusión del Paráclito en nuestras vidas, de tal modo que seamos también discípulos misioneros de su Hijo en el mundo", aseguró.
El P. Soto manifestó que "María Santísima está siempre presente en el corazón y la vida de toda comunidad carismática".
"La oración al Rosario es una práctica frecuente en muchos grupos, que se encomiendan a ella permanentemente para que Cristo renueve en nosotros las maravillas y gozos de Pentecostés", concluyó.