Al finalizar el Ángelus de este domingo 19 de febrero, el Papa Francisco destacó que "el amor de Jesús nos pide que nos dejemos tocar" por las situaciones de aquellos que pasan momentos difíciles.
En concreto, el Santo Padre se refirió a los que sufren a causa de la guerra o de la pobreza, de la falta de libertad o de la devastación ambiental.
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Tras la oración mariana dominical, el Pontífice mostró su especial cercanía a las numerosas víctimas del terremoto de Siria y Turquía, así como "a los dramas cotidianos del querido pueblo ucraniano".
También recordó la devastación ambiental y elevó sus oraciones por Nueva Zelanda, golpeada en estos días por un fuerte ciclón.
"No olvidemos a los que sufren y que nuestra caridad sea atenta, ¡que sea una caridad concreta!", pidió el Santo Padre.
Cabe recordar que un fuerte terremoto sacudió gran parte del sur de Turquía y el norte de Siria el pasado 6 de febrero, dejando al menos 40 mil muertos y otros miles de heridos y afectados que han perdido sus hogares.
El Santo Padre ha enviado ayuda económica a la población afectada y también camisetas térmicas destinadas a un campo de refugiados.
Asimismo, en una audiencia en el Vaticano el 16 de febrero, el Papa Francisco se reunió con el nuevo embajador de Turquía, Ufuk Ulutaş, a quien le preguntó por las necesidades más urgentes de la población.
Por ello, el Vaticano envió un avión desde el aeropuerto de Roma con alimentos, pañales y otros materiales de ayuda para los afectados por el trágico terremoto.
Por su parte, los ucranianos continúan sufriendo los estragos de la guerra. El próximo 24 de febrero se cumplirá un año desde que las tropas rusas invadieron el país.
Además, el Santo Padre hizo referencia al grave ciclón que arrasó dos de las islas de Nueva Zelanda y que ha provocado la muerte de al menos 8 personas y 3 mil desaparecidos.
La tormenta ha dejado a la población sin electricidad y miles se han visto obligadas a abandonar sus casas.