La Cuaresma y el Adviento son dos tiempos litúrgicos con algunas similitudes y, a la vez, con marcadas diferencias. Conocerlas ayuda al cristiano a vivirlas mejor, atendiendo a las características que la Iglesia ha dado a cada una de ellas.
Estas son algunas similitudes entre Cuaresma y Adviento.
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Son tiempos de preparación
Tanto la Cuaresma como el Adviento son tiempos de preparación. En uno la Iglesia se alista para celebrar la Pascua, mientras que en el otro los cristianos se preparan para la Navidad y la segunda venida del Señor.
Color característico: morado
El color característico de ambos tiempos litúrgicos es el morado, que en la Iglesia Católica alude a la penitencia.
Por eso, tanto en Cuaresma como en Adviento, la Iglesia invita a los fieles a acercarse al sacramento de la Penitencia o Reconciliación.
El sacerdote se viste de rosa
La Cuaresma y el Adviento también se distinguen por contar con un domingo en el que el sacerdote celebra la Santa Misa revestido con una casulla rosada.
En el caso de la Cuaresma, ese día se llama Domingo de laetare, mientras que en Adviento toma el nombre de Domingo de gaudete.
En ambos días, la Iglesia invita a los fieles a renovar la esperanza en el camino hacia la Pascua y la Navidad, respectivamente.
Se omite el himno del Gloria
La Instrucción general del Misal Romano establece que el himno del Gloria "se canta o se dice en voz alta los domingos fuera de los tiempos de Adviento y de Cuaresma".
El Gloria se omite en Adviento y se retoma en Navidad, porque es un himno que repite las palabras de los ángeles tras el nacimiento de Jesús.
En cambio, su desaparición en Cuaresma sirve para enfatizar el carácter austero y penitencial de este tiempo litúrgico en contraste con el gozo de la Pascua.
Llamado a la conversión
La Iglesia llama constantemente a la conversión de los fieles, pero de forma muy especial en Cuaresma y Adviento.
La Cuaresma comienza con el Miércoles de Ceniza, en el que el sacerdote hace énfasis en las palabras del Señor: "Conviértete y cree en el Evangelio". Dicho llamado está presente durante todo este tiempo litúrgico.
Mientras tanto, la invitación a la conversión cobra particular relevancia durante el Adviento, porque en esos días se proclama el retorno de nuestro Señor "para juzgar a vivos y muertos".