El Tribunal de Justicia de Santa Rosa (Argentina) condenó hoy a prisión perpetua a la madre de Lucio Dupuy, Magdalena Espósito Valenti, y a su pareja Abigaíl Páez, a quienes declaró culpables de asesinar al pequeño de cinco años en noviembre de 2021.
La sentencia fue dictada en la audiencia celebrada este mediodía en el Centro Judicial de Santa Rosa, en la que no estuvo presente la pareja de lesbianas. Ambas se encuentran internadas en la Unidad IV de San Luis, donde permanecerán hasta que la condena quede firme.
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La madre del niño fue sentenciada a prisión perpetua por el delito de "homicidio triplemente calificado por el vínculo, alevosía y ensañamiento", pero fue absuelta de la acusación de abuso sexual.
Abigaíl Páez, novia de Espósito Valenti, recibió la pena de cadena perpetua por "homicidio doblemente calificado por alevosía y ensañamiento, en concurso real con el delito de abuso sexual (...), aprovechando la situación de convivencia preexistente".
La fiscal del caso, Verónica Ferraro, explicó que la pena es "de por vida" y "no tienen la posibilidad de pedir libertad condicional".
Las defensas plantearon la inconstitucionalidad de la prisión perpetua, pero el pedido fue desestimado por los jueces.
Por su parte, el abogado de la familia Dupuy apeló la absolución del delito de abuso sexual que benefició a Espósito Valenti, pues considera que hay pruebas suficientes en su contra. La solicitud será analizada por la Fiscalía.
"Nosotros no vamos a ir por la reclusión de tiempo indeterminado. Lo que sí vamos a hacer es ir en recurso por el agravante de que entendemos que el homicidio ocurre por un odio del género masculino. Vamos a insistir por eso", explicó.
Abel Lucio Dupuy, de 5 años, fue asesinado el 26 de noviembre de 2021 en el domicilio de la ciudad de Santa Rosa, donde vivía con su madre y la pareja de ésta. Se determinó que el niño murió a causa de una brutal golpiza.
Según el fallo judicial, las dos mujeres participaron en el asesinato al propinar fuertes golpes al niño, causándole lesiones internas. Además, la necropsia reveló antiguas marcas de mordeduras y quemaduras de cigarrillo en el cuerpo del menor.
Con la muerte de Lucio ha tomado fuerza en la sociedad el mensaje de que "la violencia no tiene género". En los días en que ocurrió el asesinato, el padre del niño se encontraba disputando la tenencia, pero esta fue otorgada a la madre, pese a que no cumplía con las condiciones necesarias.
En ese sentido, se informó que funcionarios de la provincia de La Pampa han denunciado por mal desempeño de sus funciones a la jueza encargada de decidir la tenencia.
"Lucio fue víctima de la 'perspectiva de género'. De no estar obnubilados por esta ideología, Lucio hubiera vivido con su padre, y no con esas asesinas", aseguró el politólogo argentino Agustín Laje.
El mismo Laje y otros referentes provida denunciaron que Lucio era llevado por su madre y su pareja a marchas a favor del aborto, a las que el niño asistía con signos de haber sufrido violencia.