En su última carta pastoral, el Arzobispo de Valencia, Mons. Agustín García-Gasco, pidió a los españoles votar el próximo domingo en las elecciones parlamentarias europeas a favor de una Unión Europea “sin engaños y desde la verdad”, en la que se reconozca las raíces cristianas del continente.
Mons. García-Gasco reveló haber observado “con gran tristeza” la presencia de partidos con representación parlamentaria que hacen del laicismo “una bandera de estas elecciones europeas”. Se trata de un fenómeno que “pretende ignorar el fenómeno religioso en su dimensión pública, limitándolo a una cuestión privada, particular y casi secreta, de la que resulta mejor no hablar en público”.
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El Arzobispo afirmó que “queremos construir la Unión Europea desde la verdad” y recordó que “en los orígenes históricos de Europa, se encuentra el hecho de la presencia del cristianismo”, por lo que “excluirlo del texto constitucional europeo falsea la historia y es impropio de quienes legislan con mentalidad democrática”.
“Propugnar la omisión de las raíces cristianas de Europa es un ejercicio abusivo del poder, una imposición de los criterios laicistas de algunos frente a la libertad religiosa de todos”. En consecuencia, “quien silencia el cristianismo en los orígenes de Europa opta por el engaño en contra de la verdad”, señaló.
Por todo ello, el Prelado apeló al “sentido de la responsabilidad” para que los electores acudan a votar “en conciencia y congruencia cristiana” y recordando que “votar es una magnífica oportunidad que nos ofrece el sistema democrático de demostrar nuestras convicciones”.
En los comicios europeos, los católicos “podrán contribuir a que se realice el sueño del Papa Juan Pablo II de construir la Unión Europea con hombres y mujeres comprometidos con una sociedad que defiende el derecho a la vida, la familia, el medio ambiente, el bien común, la educación y la cultura”.
Finalmente, el Arzobispo propuso una Europa “en paz, seguridad y libertad, que acoge ordenadamente a los extranjeros y se preocupa por la justicia en el mundo” y afirmó que “en esa Europa se reflejará el rostro de Dios”.