La Iglesia celebró este sábado 11 de febrero a Nuestra Señora de Lourdes, Patrona de los enfermos, y los santuarios en Argentina dedicados a esta advocación se colmaron con miles de fieles que acudieron a honrar a la Virgen, así como a pedir y agradecer su intercesión.
En Alta Gracia, Arquidiócesis de Córdoba, cerca de 30.000 fieles llegaron al santuario en la 46° peregrinación que partió desde la capital provincial.
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Además de los caminantes, se acercaron automóviles y un grupo de ciclistas.
La Misa central estuvo presidida por Mons. Ángel Rossi, Arzobispo de Córdoba, y concelebrada por el Obispo Auxiliar, Mons. Ricardo Seirutti, junto con sacerdotes del clero local.
En su homilía, Mons. Rossi se refirió al mensaje del Papa Francisco para la Jornada Mundial del Enfermo 2023: "Cuida de él".
Al respecto, consideró que el mensaje subraya la realidad del "aislamiento y el abandono" que muchas veces se vive al experimentar una enfermedad.
"La experiencia de la debilidad y de la enfermedad forman parte de nuestro camino, no nos excluyen del pueblo de Dios, sino que nos llevan al centro de la atención del Señor, que es Padre y no quiere perder a ninguno de sus hijos por el camino", señaló.
"Las personas enfermas están en el centro del corazón del Señor. Se trata de aprender de Él para ser verdaderamente una comunidad que camina unida, capaz de no dejarse contagiar por la cultura del descarte", sostuvo.
En esa línea, llamó a brindar "un gesto de atención, una llamada, una visita, un hacerse presente; tener ese movimiento interior de compasión".
Asimismo, hizo mención de los "verdaderos ángeles vestidos de médicos, de enfermeras, de hermanos, hijos, amigos, voluntarios" que ofrecen su presencia en los momentos de enfermedad.
En la Diócesis de Mar del Plata, cientos de peregrinos acudieron a la gruta de la Virgen. La Misa central fue presidida por el Obispo, Mons. Gabriel Mestre, quien en sus tradicionales "tres puntitos", secciones en las que acostumbra dividir su homilía, se refirió a "encuentro, alegría, ternura".
Así, aludiendo al Evangelio de la Visitación, animó a "salir al encuentro de nuestros hermanos para vivir una auténtica y verdadera fraternidad".
Además, recordó la importancia de rezar por la salud "física y espiritual", y pedirle a la Virgen, como en el lema que rezaron durante la novena: "Madre, míranos con ternura".
Los presentes participaron luego en una procesión por las calles del Puerto llevando la imagen de la Virgen.
En el santuario ubicado en Santos Lugares, Diócesis de San Martín, las actividades comenzaron en la noche del viernes con un homenaje a la Virgen y una Misa de apertura en la gruta dedicada a Nuestra Señora de Lourdes.
El sábado hubo Misas a cada hora, con bendición de niños y enfermos. También se rezó por las mujeres embarazadas y las que buscan ser madres, por los trabajadores y desocupados, por el respeto a la mujer y el rechazo a la violencia, así como por las víctimas de la inseguridad.
La Misa central en honor a la Patrona de la Diócesis se celebró a las 19:00 horas; estuvo presidida por el Obispo de San Martín, Mons. Martín Fassi, y fue concelebrada por el Obispo de Neuquén, Mons. Fernando Croxatto.
"Qué bien que nos hace celebrar a nuestra Madre y Patrona en los comienzos de nuestro año pastoral. Comenzar juntos, reunidos en una casa común, nos es muy significativo", destacó.
En referencia al Evangelio, el Obispo hizo hincapié en el pasaje en el que se lee que "María partió sin demora y entró a la casa de Isabel". La Virgen, afirmó el Prelado, "nos enseña a no quedarnos en casa como meros espectadores, sino a convertirnos en actores de una historia para que sea historia de salvación".
"Nuestro país también necesita salir al encuentro del otro. Pero de manera real, no con discursos e ideas. Un país no se hace patria si se queda en discursos agresivos y mezquinos. Ya lo escuchamos muchas veces: si no estamos unidos, nos devoran los de afuera. Y es lo que nos ocurre", lamentó.
En ese sentido, enumeró las situaciones que "nos devoran": las discusiones políticas, la actitud de delegar responsabilidad en los otros, la violencia, el narcotráfico.
Asimismo, advirtió que "devoramos nuestra casa común" que "grita pidiendo cuidado".
La respuesta, aseguró Mons. Fassi, "está en el cuidado de los unos a los otros". Por eso, llamó a los fieles a generar "un estilo de tratarnos los unos a los otros que vaya creando estructuras y espacios de cuidado".
Para ello, anunció la creación en la Diócesis de la Comisión para la Prevención y el Cuidado de Niños, Niñas, Adolescentes y Personas Vulnerables, que funcionará desde abril. También se presentará el protocolo de cuidado para hacer de los ámbitos pastorales espacios seguros y de cuidado.
Finalmente, llamó a salir de nuestros encierros para vislumbrar los signos del paso del Señor por nuestra historia. "Colaborando con el Dios que cuida de los pobres, débiles y sufrientes, podremos esperar la inversión de las lógicas del mundo violento y egoísta", aseguró.