El Papa Francisco propuso hoy la "iluminación del saber", mientras "en el mundo se espesa la oscuridad del odio, que a menudo proviene del olvido y la indiferencia".
En la mañana de este lunes 13 de febrero, el Papa Francisco defendió que la educación "ayuda a las nuevas generaciones a crecer, descubriendo y cultivando las raíces más fructíferas, para que den fruto".
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Lo hizo durante una audiencia en el Vaticano con una delegación de la Universidad Sulkhan-Saba Orbeliani de Tiflis (Georgia).
En su discurso, el Santo Padre destacó que esta Universidad de Georgia "es también un buen ejemplo de la fructífera colaboración entre católicos y ortodoxos en los ámbitos cultural y educativo".
En este sentido, defendió que "educar es volver a la luz, es sinónimo de iluminación. Esto es significativo, te hace pensar en cuando enciendes una lámpara en una habitación oscura: no cambias nada de lo que hay, pero cambias la apariencia de todo".
"Sí, a menudo son el olvido y la indiferencia los que hacen que todo parezca oscuro e indistinto, mientras que la cultura y la educación restauran la memoria del pasado y arrojan luz sobre el presente", afirmó.
Más tarde, el Santo Padre recordó que "la historia de Georgia nos habla de muchos pasajes de la oscuridad a la luz, porque vuestro país siempre ha sabido levantarse y brillar, incluso cuando, varias veces a lo largo de los siglos, ha sufrido invasiones y dominación extranjera".
"Su pueblo, jovial y valiente, acogedor y enamorado de la vida, ha sabido cultivar, incluso en los momentos más oscuros, una actitud positiva precisamente por su fe y su cultura", dijo a continuación.
El Pontífice subrayó que "en esto, el papel de la Iglesia católica es inestimable", ya que "ha permitido fructíferas aperturas culturales que han beneficiado a la historia del país".
"La luz también nos sirve de ejemplo en esto: no existe para ser vista, sino para ser vista alrededor y más allá: así es la cultura, que abre horizontes y amplía fronteras", defendió el Papa más tarde.