Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil, evadió este viernes una pregunta sobre el aborto en el país que ha vuelto a gobernar desde el 1 de enero.
Lula da Silva se reunió el 10 de febrero con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, con quien habló sobre diversos temas como los valores democráticos, el cambio climático y el racismo.
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Al concluir su intervención en el Salón Oval, Lula da Silva indicó: "No quiero vivir en un mundo donde los humanos sean algoritmos. Quiero vivir en un mundo donde los seres humanos sean seres humanos. Y para eso tenemos que cuidar atentamente lo que Dios nos dio: el planeta Tierra".
El presidente de Brasil se encontró luego con los periodistas para responder a sus preguntas, una de las cuales fue de Owen Jensen, corresponsal de EWTN en la Casa Blanca en Washington D.C. (Estados Unidos), quien interrogó a Lula da Silva si estaba dispuesto a "honrar su compromiso de campaña de no buscar la legalización del aborto en Brasil".
"En primer lugar, el tema del aborto no es un asunto a discutir por el Gobierno federal", respondió el mandatario brasileño.
"Es un asunto del Congreso Nacional. Está definido en nuestra Constitución y, por lo tanto, no es un asunto que deba ser tratado por el presidente de la República, es un asunto pertinente del Congreso Nacional", agregó Lula da Silva sin referirse a su compromiso de campaña.
En el mes de octubre y durante la campaña electoral, Lula da Silva afirmó que estaba personalmente en contra del aborto y que no promovería políticas públicas a favor de esta práctica.
Sin embargo, el 16 de enero, menos de 20 días después de haber iniciado su segundo mandato, el Ministerio de Salud de su gobierno derogó una medida de 2020, establecida por el gobierno del expresidente Jair Bolsonaro, respecto a cómo el sistema unificado de salud de Brasil trataba los casos relacionados al aborto.
Un día después, el 17 de enero, Lula da Silva retiró a Brasil de la Convención de Ginebra, un documento internacional firmado en 2020 por más de 30 países, que rechaza que el aborto sea un derecho y que promueve la vida y la familia.
En Brasil, el aborto solo está permitido en caso de violación, cuando la vida de la madre está en peligro o el niño por nacer tiene anencefalia, es decir no tiene partes del encéfalo y el cráneo.
No es la primera vez que Lula da Silva, padre de cinco hijos, habla contradictoriamente sobre el aborto.
En marzo de 2022, señaló en una entrevista radial que personalmente estaba en contra de la práctica, pero que hay mujeres que se someten al aborto y "mueren en la calle". "Corresponde al Estado darles a estas personas la capacidad de un tratamiento digno, ese es el papel del Estado", aseguró.
En aquella ocasión, el Arzobispo de Sao Paulo, Cardenal Pedro Odilo Scherer, criticó lo dicho por Lula, destacando que la declaración del entonces candidato presidencial fue "desafortunada".
La legalización del aborto ha sido siempre parte de la plataforma política del Partido de los Trabajadores (PT), pese a su impopularidad en Brasil. En 2022, una encuesta de Orbis mostró que solo el 16.6% de la población apoya la medida.
En una videoconferencia en 2020, Lula da Silva aseguró al "ecoteólogo" y ex sacerdote Leonardo Boff que el PT "no existiría" sin la polémica teología de la liberación.