A pocos días de la puesta en vigencia del nuevo diseño curricular 2023 determinado por el Ministerio de Educación, dos obispos de Bolivia se pronunciaron sobre la importancia de una educación libre de ideologías.
La nueva currícula fue anunciada por el Ministerio de Educación en diciembre de 2022, y el 3 de enero de este año fue reglamentada mediante una resolución ministerial.
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La Conferencia Episcopal de Bolivia (CEB) calificó entonces de "unilateral" la propuesta del gobierno para la gestión escolar 2023, ya que sus aportes no fueron tenidos en cuenta en el diseño.
Además, los obispos criticaron "imposiciones ideológicas" en los contenidos, en especial los vinculados a educación sexual.
Al respecto, consideraron que la currícula incluye temáticas "propias del fuero interno de la familia", que sin el contexto adecuado "solo producen confusión y desorientación".
Pese a los reclamos, la medida entró en vigencia el 1 de febrero, con el comienzo de clases en Bolivia, sin modificaciones.
Los docentes anunciaron movilizaciones en rechazo a la nueva currícula, entre ellas una gran marcha nacional para este miércoles 8 de febrero.
"Deja mucho que desear"
El Obispo del Vicariato Apostólico de Pando, Mons. Eugenio Coter, criticó la nueva malla curricular que "deja mucho que desear" y "no toma en cuenta las concepciones de la visión de la persona humana que es muy compartida en el país".
Mediante un video publicado en su cuenta de YouTube, denunció "una ideologización de los alumnos a través de un manoseo de los eventos que bien conocemos".
El Arzobispo de Santa Cruz, Mons. René Leigue Cesarí, por su parte, llamó este fin de semana a ser "la sal y la luz" que menciona el Evangelio, y advirtió sobre algunas "confusiones".
"Algunos se sienten tan iluminados, con tanta sabiduría, con tanta sapiencia, pero al final guían al otro por el mal camino, no por el camino correcto. Lo están llevando por un sendero que a ellos les interesa y no hace que realmente la persona se sienta satisfecha, se sienta guiada para el futuro de su vida".
El desafío, aseguró Mons. Leigue, es "llevar a los otros por el camino correcto".
"La Iglesia no tiene otro objetivo de catequizar a alguien solamente para tenerlo ahí como un grupito", aclaró, sino que el trabajo del catequista es llevar la buena noticia. Por eso, dirigiéndose a los catequistas, expresó: "Ustedes no van a anunciar otra ideología contraria a lo que significa seguir a Dios".
"Eso es lo que tienen que hacer ustedes, no compartir con los niños y los jóvenes ideas de ustedes, ideologías humanas; tienen que dar a conocer a este Dios que nos quiere, que nos ama y quiere que nosotros seamos personas de bien".
"Pensar que la Iglesia está por otro camino, pensar que la Iglesia adoctrina solamente para ir en contra de alguien", está equivocado, planteó el Arzobispo.
"La Iglesia se preocupa en formar a la persona en su integridad, que respete a la persona como tal sin interesar de qué color político, sin interesar de dónde viene, sin interesar qué cultura tiene, de qué país es".
"Los catequistas tienen una gran misión, una gran responsabilidad. Cuánto más ahora a la educación le falta todo esto", advirtió.
El Prelado consideró que hoy se quiere educar "solamente pensando en un grupo".
Los catequistas, en cambio, "están para compartir su fe, para guiar a estos jóvenes y niños por el camino correcto, dándole a conocer todo aquello que Dios quiere: el respeto, el amor al prójimo".