Las autoridades del Reino Unido retiraron los cargos contra una mujer arrestada por rezar en una "zona de seguridad" (buffer zone) que prohíbe la defensa en favor de la vida fuera de las clínicas de abortos, en Inglaterra.
Sin embargo, Isabel Vaughan-Spruce dice que aún podrían volver a imputarle los cargos, dejándola en una situación legal complicada.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
"No puede ser correcto que me arresten y me conviertan en una criminal, solo por rezar en silencio en una calle pública", dijo Vaughan-Spruce en un comunicado del 3 de febrero.
"La llamada 'legislación de la zona de seguridad' dará como resultado que muchas más personas como yo realicen actividades buenas y legales, como ofrecer apoyo caritativo a mujeres en crisis de embarazo, o simplemente rezar, y ser tratados como delincuentes e incluso llegar a los tribunales", añadió.
Vaughan-Spruce fue arrestada el 6 de diciembre de 2022 en Birmingham, Inglaterra, frente a un centro de aborto que estaba cerrado en ese momento.
Las imágenes de video de su arresto muestran a un oficial que le pregunta si estaba rezando, a lo que ella responde: "Podría estar rezando en mi cabeza".
Fue acusada el 15 de diciembre de cuatro cargos por violar la ordenanza de Birmingham, que prohíbe la oración a modo de "protesta" en los alrededores de una clínica.
Por quedarse quieta y rezar en silencio, fue acusada de "protestar y participar en un acto que intimida a los usuarios del servicio".
Vaughan-Spruce es la directora de March for Life UK o Marcha por la Vida en Reino Unido.
La Fiscalía de la Corona retiró los cargos a finales de enero y Vaughan-Spruce no tuvo que comparecer ante el tribunal, como estaba previsto anteriormente. Sin embargo, aún puede ser procesada si se restablecen los cargos.
Su caso cuenta con el apoyo de ADF UK, un grupo legal de libertad religiosa.
Jeremiah Igunnubole, asesor legal de ADF UK, indicó el 1 de febrero en un comunicado, que Vaughan-Spruce enfrenta una "incertidumbre legal significativa".
Vaughan-Spruce dijo que buscará un veredicto en la corte para aclarar su situación legal.
"Es importante para mí poder continuar con mi trabajo vital de apoyo a las mujeres que quisieran evitar el aborto si tuvieran un poco de ayuda", señaló.
"Para hacerlo, es vital que tenga claridad sobre mi estatus legal. Muchos de nosotros necesitamos una respuesta sobre si todavía es lícito orar en silencio en nuestras propias cabezas", agregó
Igunnubole comentó que "Isabel tiene razón al solicitar la claridad adecuada en cuanto a la legalidad de sus acciones".
"Una cosa es que las autoridades registren y arresten a una persona simplemente por sus pensamientos, humillándola", dijo el abogado. "Otra muy distinta considerar inicialmente que esos pensamientos son evidencia suficiente para justificar los cargos, luego descontinuar esos cargos debido a 'pruebas insuficientes' y luego advertir que es posible que pronto surjan más pruebas", agregó.
Para el abogado, "este es un claro ejemplo de que el proceso se convierte en el castigo, creando un efecto paralizante en la libertad de expresión y la libertad de pensamiento, conciencia y creencias".
Varias localidades de Inglaterra han implementado estrictas zonas de seguridad, que algunos críticos caracterizan como zonas de censura.
A nivel nacional, el Parlamento del Reino Unido aprobó una legislación para crear zonas de seguridad alrededor de las clínicas de aborto. La Cámara de los Lores aprobó la legislación propuesta, llamada Enmienda 45, en una votación el 30 de enero.
Alithea Williams, gerente de políticas públicas de la Sociedad para la Protección de Niños No Nacidos, lamentó la aprobación del proyecto de ley.
"Este es un día negro para la democracia y las libertades civiles básicas", manifestó el 30 de enero.
"Los ciudadanos comunes y pacíficos ahora serán tildados de criminales y estarán sujetos a sanciones financieras paralizantes por el simple acto de rezar en público y ofrecer ayuda a las mujeres en necesidad", agregó.
Según Williams, "el parlamento literalmente acaba de criminalizar la compasión", eliminando "un verdadero salvavidas para las mujeres".
"Muchos niños están vivos hoy porque su madre recibió ayuda y apoyo de una persona provida compasiva fuera de una clínica. Muchas mujeres sienten que tienen que elegir abortar y las vigilias provida les dan opciones. Ahora les han quitado sus opciones".
"El crimen de pensamiento ahora es muy real en el Reino Unido. Es muy decepcionante que los parlamentarios ignoraran estas advertencias y votaran a favor de esta legislación extrema y cruel", concluyó Williams.
Traducido y adaptado por ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA.