El representante del Vaticano ante la sede de la ONU en Ginebra, Mons. Fortunatus Nwachukwu, hizo un importante pedido a esta organización internacional respecto al espacio exterior.
"Desde tiempos inmemoriales, los cielos estrellados han sido una fuente de profunda fascinación e inspiración para todos los pueblos de la Tierra", señaló el Observador Permanente del Vaticano ante la ONU este 3 de febrero en su intervención durante la tercera sesión del grupo de trabajo para "reducir amenazas al espacio a través de normas, reglas y principios de conductas responsables".
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"Como familia humana, compartimos nuestro planeta y su entorno, incluidas sus muchas maravillas y vulnerabilidades", agregó el Arzobispo.
"Dada la creciente dependencia del espacio exterior para actividades civiles y considerando las consecuencias desencadenadas por la feroz competencia entre Estados por el dominio en ese ámbito, es de vital importancia preservar el espacio exterior exclusivamente para fines pacíficos, como el bien común mundial", resaltó el Nuncio Apostólico.
"En ese sentido, también es importante recordar que la información recogida desde el espacio contribuye a la paz y la seguridad internacionales, entre otras cosas, proporcionando datos fundamentales para verificar el cumplimiento de los tratados de desarme y control de armamentos, así como para facilitar la asistencia humanitaria", prosiguió el Prelado.
El representante del Vaticano destacó, además, que "este planteamiento parece evidente y es esencial para evitar la anarquía y promover el bien común. Al mismo tiempo, aprovechar el espacio exterior para actividades nefastas en detrimento de otros sería contrario a este espíritu".
El Arzobispo expresó que ante el avance tecnológico y amenazas como los desechos espaciales y la "guerra cibernética" es importante establecer "un compromiso global verificable que prohíba el emplazamiento de todas las categorías de armas". En ese sentido, debería promoverse un "compromiso multilateral para prohibir el desarrollo y los ensayos de armas antisatélite".
El Nuncio llamó la atención luego sobre la necesidad de generar "un organismo multilateral que supervise el uso del espacio exterior y las normas que lo regulan", como ya existen para el tráfico aéreo o la navegación marítima.
Sobre la regulación propuesta, el Prelado indicó que "dicho instrumento ayudaría a preservar y garantizar el espacio exterior como un entorno exclusivamente pacífico y sostenible, contribuyendo a prevenir cualquier amenaza a la paz y la seguridad internacionales, contribuyendo a prevenir cualquier futura carrera armamentista".
El Arzobispo animó a generar o proseguir proyectos científicos conjuntos, y exhortó a promover una cultura de paz para no repetir "en el espacio exterior los mismos errores que hemos cometido en la Tierra, como los conflictos violentos, la contaminación armamentista, la 'disuasión' y la explotación temeraria de los recursos medioambientales".