La Diócesis de Cúcuta, en Colombia, celebró el inicio del año jubilar por el centenario de la muerte del beato salesiano Luis Variara, quien fundó una congregación religiosa para atender a los leprosos pero murió en el "exilio" por calumnias e incomprensiones.

La Misa se realizó el 1 de febrero en la Catedral de San José y estuvo presidida por Mons. Óscar Urbina, Arzobispo Emérito de Villavicencio. Asistieron devotos del beato, salesianos y las Hijas de los Sagrados Corazones que fundó.

Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram

Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:

En la homilía, Mons. Urbina señaló que en el P. Variara se cumplieron las bienaventuranzas, porque buscó a los pobres para servirles, creando incluso una casa para recibir a los leprosos. "Más que sanar sus heridas físicas, sanó sus corazones", enfatizó.

Luego de la Eucaristía se realizaron actos conmemorativos con las bandas de diversas instituciones educativas.

El Beato Luis Variara nació en Viarigi (Italia). Siendo adolescente, llegó al Oratorio de Don Bosco cuatro meses antes de que el santo falleciera. Más adelante pidió ser salesiano y con el tiempo fue enviado de misiones a la ciudad Agua de Dios (Colombia) para atender a los leprosos.

Variara se volvió la alegría de los pacientes y de los niños, e incluso organizó una banda musical. En 1898 fue ordenado sacerdote y, más adelante, fundó a las Hijas de los Sagrados Corazones de Jesús y María, para atender a los leprosos.

La fundación de esta comunidad le trajo mucho sufrimiento debido a la incomprensión de la gente y de algunos de sus superiores. Por obediencia religiosa tuvo que dejar Agua de Dios y sufrió con paciencia este alejamiento.

Murió "exiliado" en la ciudad colombiana de Cúcuta, lejos de sus queridos leprosos, un 1 de febrero de 1923, justo un día después de la fecha en la que la familia salesiana conmemora la muerte de San Juan Bosco.

En 1932 sus restos mortales se trasladaron a la capilla de las Hijas de María Auxiliadora en Agua de Dios. Fue beatificado por San Juan Pablo II en 2022.