Durante la Audiencia general de este miércoles, celebrada en la Plaza de San Pedro, el Papa Juan Pablo II señaló que el mensaje que dirigió durante su exitoso viaje a Suiza el pasado fin de semana, es el mismo que dirige a todo el mundo.
Tras dar las gracias a las autoridades civiles y religiosas y en particular al presidente de la Confederación Helvética, Joseph Deiss, por la acogida y la organización del viaje, el Santo Padre también agradeció al consejo federal “la decisión de elevar el rango de la representación diplomática de Suiza ante la Santa Sede”.
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Juan Pablo II recordó a las 10.000 personas presentes que el motivo principal de esta peregrinación apostólica fue “el encuentro con los jóvenes católicos de Suiza”, durante la cual “propuse a las nuevas generaciones helvéticas un mensaje que querría extender a todos los jóvenes de Europa y del mundo”.
Este mensaje, dijo el Pontífice, se resume “en tres verbos: ‘Levántate’, ‘Escucha’, ‘Ponte en camino’”.
“Es el mismo Cristo, resucitado y vivo –continuó el Santo Padre-, el que propone a cada chico y chica de nuestro tiempo estas palabras. Invita a la juventud del tercer milenio a ‘levantarse’, es decir, a dar pleno sentido a la propia existencia”, pues “sólo Cristo, Redentor del hombre, puede ayudar a los jóvenes a superar experiencias y mentalidades negativas para crecer y lograr una alta dimensión humana, espiritual y moral”.
Luego, al hablar de la Misa del domingo, solemnidad de la Santísima Trinidad, celebrada ante 70,000 personas en el Prado de Allmend, el Papa recordó que “renové el llamamiento a la unidad de todos los cristianos, invitando sobre todo a los católicos a vivirla entre ellos, haciendo de la Iglesia ‘la casa y la escuela de comunión’”.