La Diócesis de Xuan Loc, en el sur de Vietnam, celebró una Misa funeral y el entierro de unos 700 niños por nacer que fueron abortados en el último mes.
La ceremonia se realizó el domingo 29 de enero, presidida por los sacerdotes católicos Joseph Nguyen Van Tich y Vincent Nguyen Minh Tien, en la parroquia de Bac Hai, en la ciudad de Bien Hoa.
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Los fetos abortados fueron recogidos por voluntarios del grupo provida, Life Defense Group, en los basureros de las clínicas y hospitales locales, informó UCA News.
Antes del entierro, los fetos fueron limpiados con alcohol, se envolvieron sus cuerpos en telas y se les dio nombres. También se les decoró con flores, y los restos fueron colocados en pequeñas urnas y/o ataúdes para que los fieles recen por ellos.
"Enterrar fetos muertos es disculparse con los niños por nacer por el dolor y el sufrimiento que les hacemos soportar. Y rezamos para que otros bebés estén a salvo", afirmó durante la Misa el P. Nguyen, encargado del Comité de Protección de la Vida de la diócesis.
Al final de la Eucaristía, los niños fueron llevados y enterrados en el Cementerio de la Concepción de la parroquia de Bac Hai.
El P. Van Tich dijo que los voluntarios provida que trabajan codo a codo con la diócesis suelen rescatar entre 700 y 1.500 bebés abortados cada mes.
Sin embargo, esa no es su única tarea, sino que han logrado rescatar a cientos de bebés del aborto, así como a unas 2.000 madres solteras abandonadas por su pareja o sus parientes.
Según un estudio realizado por las Naciones Unidos, en el 2021 hubo un aborto en Vietnam por cada 1.000 mujeres entre los 15 y 19 años.
El aborto en Vietnam es legal y el estado lo proporciona de forma gratuita desde 1989. Vietnam también tiene una de las tasas de aborto más altas que se han encuestado en el mundo, y sus leyes de aborto se encuentran entre las más liberales del sudeste asiático.
El P. Van Tich informó que el comité diocesano provida brinda apoyo emocional y espiritual a quienes están involucrados en un aborto. Sin embargo, señaló que era triste que los padres paguen a los trabajadores médicos para abortar a los bebés.