A pesar de una clara carta de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB, por sus siglas en inglés) que pide que el aborto no sea financiado con dinero de los contribuyentes, el presidente Joe Biden afirmó que el Papa Francisco y algunos obispos no piensan lo mismo.
Esta semana, el corresponsal de EWTN en la Casa Blanca, Owen Jensen, le comentó a Biden que "los obispos católicos exigen que los dólares de los impuestos federales no financien abortos".
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Biden respondió diciendo: "No, no todos están haciendo eso, ni el Papa lo está haciendo".
Sin embargo, el presidente no citó a ningún obispo que esté de acuerdo con que los abortos sean financiados por los contribuyentes, ni sustentó su referencia al Papa Francisco, quien constantemente ha condenado el aborto e incluso lo ha equiparado con "contratar a un sicario".
El intercambio de palabras entre Biden y el corresponsal de EWTN ocurrió después de que el comité provida de la USCCB expresó su firme apoyo a la Ley de Divulgación Completa de Seguros de Aborto y Financiamiento de los Contribuyentes para el Aborto.
Esta legislación prohibiría el uso de fondos federales para el aborto y para planes de atención médica que cubran esta práctica. Habría excepciones para la violación, el incesto y cuando la vida de la madre esté en peligro.
El Congreso aprueba constantemente leyes de asignaciones anuales que incluyen la prohibición de que las agencias federales financien el aborto. Sin embargo, no existe ninguna legislación que establezca una prohibición permanente.
Esto significa que la política acerca del uso de fondos federales podría cambiar si la prohibición no está incluida en un determinado proyecto de ley sobre asignaciones.
El nuevo proyecto de ley no solo prohibiría de forma permanente el financiamiento del aborto con fondos de los contribuyentes, sino también que las agencias federales puedan inscribir a los trabajadores en planes que cubran el aborto.
La carta enviada por el presidente del Comité de Actividades Provida de la USCCB, Mons. Michael Burbidge, afirma que "el aborto es una respuesta despiadada a un embarazo difícil" que "pone a una madre en crisis contra su hijo por nacer".
"Proteger a los contribuyentes de ser obligados a pagar por un aborto, en violación de su conciencia, es un principio que históricamente ha gozado de un amplio apoyo entre los estadounidenses, independientemente de sus puntos de vista", señala la carta.
"El Congreso puede servir mejor al bien común al priorizar políticas que ayuden de manera integral a las mujeres, los niños y las familias necesitadas de manera que no solo fomenten el parto, sino que también faciliten la bienvenida y la crianza de un nuevo hijo", añade.
Por su parte, el Obispo de Tyler, Mons. Joseph Strickland, acusó a Biden de tergiversar las palabras del Papa Francisco.
Desde su cuenta de Twitter, dijo que no se le puede permitir al presidente de Estados Unidos tergiversar las palabras del Pontífice de esa manera. "Le imploro a la oficina de prensa del Vaticano que aclare enfáticamente que el Papa Francisco correctamente llama asesinato al aborto. Es hora de denunciar el falso catolicismo de Biden", escribió Mons. Strickland.
El Catecismo de la Iglesia Católica recuerda que, "desde el siglo primero, la Iglesia ha afirmado la malicia moral de todo aborto provocado. Esta enseñanza no ha cambiado; permanece invariable. El aborto directo, es decir, querido como un fin o como un medio, es gravemente contrario a la ley moral".
Asimismo, afirma que "la vida humana debe ser respetada y protegida de manera absoluta desde el momento de la concepción. Desde el primer momento de su existencia, el ser humano debe ver reconocidos sus derechos de persona, entre los cuales está el derecho inviolable de todo ser inocente a la vida".
Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA.