Una joven influencer francesa de 23 años anunció que a fines de este año se someterá al suicidio asistido en Bélgica, donde esa práctica es legal, y un sacerdote católico hace una profunda reflexión al respecto.
Lily es una joven cuyas conocidas cuentas en redes sociales se denominan "Le Journal d'Olympe" (El Diario de Olympe) y "We are Olympe" (Somos Olympe), y que desde hace algunos años comparte videos sobre viajes y salud mental, dada las condiciones que la aquejan.
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Con casi 260 mil seguidores en YouTube y unos 270 mil en Instagram, la joven francesa sufre de trastorno de atención (TDAH) y de trastorno de identidad disociativo (TID) o trastorno de identidad múltiple.
El 11 de enero publicó en su cuenta de Instagram un video en el que explicó que "en el tercer trimestre de 2023 iré a Bélgica para someterme al suicidio asistido".
"No es algo para debatir, no es para generar un debate, es una decisión que he tomado, difícil de tomar, y es mi vida", agregó.
"Estoy muy cansada y no le he dicho a nadie, a nadie, que esa es la solución. No le deseo a ninguna persona en la tierra que tenga un día en que piense" en el suicidio, continuó.
La joven señaló como las razones de su agotamiento una serie de graves dificultades en su vida, como haber sufrido bullying durante 14 años, ser víctima de pedofilia desde los 4 años, haber sido violada cinco veces, haber pasado por cuatro hogares y 20 familias en el lapso de siete años, y haber sufrido de anorexia desde los 10 años.
"La vida es increíble y hay muchas cosas que hacer y sé que hay muchas soluciones. 'Sí, pero no has intentado esto'. No, lo he intentado todo, y sé que hay esperanza y sé que hay terapias, lo sé. Pero no saben las razones de mi decisión. La razón principal es que estoy agotada, ¿de acuerdo?", comentó Lily.
"Tal vez no comprendan mi decisión, pero no pido que la comprendan", dijo la joven influencer que aún deja abierta la posibilidad de cambiar de opinión.
"No encuentro algo lo suficientemente positivo que contrarreste toda la mierda que he vivido. No tengo la familia que conforta, ni la gente que ayuda, no tengo suficiente en mi vida para poder soportar lo negativo", aseguró.
El drama de los jóvenes en "una sociedad sin Dios"
El P. Antonio María Domenech Guillén, sacerdote de la Diócesis de Cuenca (España), comentó a ACI Prensa este 1 de febrero que "es un problema grave la situación de los jóvenes de nuestro tiempo, porque la sociedad actual les ha hecho poner la alegría, el corazón y la ilusión en cosas que no la dan".
"Y al vivir en una sociedad sin Dios, todo ese mundo que tienen no les llena y al final se desesperan, porque no tienen esperanza en lo divino, en lo sobrenatural", indicó.
"En el mundo que nos toca vivir la esperanza solo se puede generar con un encuentro con Dios, tener un encuentro con Cristo y realmente poner en valor todo aquello que se refiere a la vida eterna, pero eso es muy difícil de hacer si no se vive desde la fe", explicó el sacerdote español.
"La vida solo vale la pena ser vivida con la vida eterna. De hecho, Jesús se lo dijo a los Apóstoles cuando se marchaban todos porque luego no estaban de acuerdo con la Eucaristía y perdonar a los enemigos. Les dijo: '¿vosotros también queréis marcharos?'. Y Pedro le contesta: '¿Señor a quién iremos? Solo Tú tienes palabras de vida eterna'".
El P. Domenech subrayó luego que "el único camino que se puede dar entre los jóvenes para que la vida valga la pena ser vivida es con Cristo. Y todo lo demás es ilusionarse y buscar realidades que luego acaban fracasando porque no dan la felicidad".
"La única felicidad existente, real, está en Dios", concluyó.
Soy esposo desde 2008. Con mi esposa tenemos tres hijos aquí y uno que se fue al cielo en 2023, antes de nacer. Desde que me incorporé a ACI Prensa en 2005, he tenido la oportunidad de cubrir diversos eventos de la Iglesia Católica. Entre ellos, las Jornadas Mundiales de la Juventud en Colonia, Madrid y Río de Janeiro y los viajes apostólicos del Papa Benedicto XVI a México y del Papa Francisco a Corea del Sur. He sido enviado al Vaticano para cubrir los sínodos de la Familia, en 2015; de la Amazonía, en 2019 y el de la Sinodalidad, en 2023. Sigo de cerca la situación de la Iglesia Católica en Nicaragua, que sufre la persecución de la dictadura de Daniel Ortega, así como la actualidad eclesial en la región.
