Más de 30 mil jóvenes subieron ayer a la cima del cerro del Cubilete, en Guanajuato, para pedir a Dios por la paz de México y exigir a las autoridades que cumplan su responsabilidad con el país.
La peregrinación, que cumplió 40 años este 2023, fue organizada por el Movimiento Testimonio y Esperanza, y culminó con una Misa presidida por el presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Mons. Rogelio Cabrera.
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En su homilía, el Prelado afirmó que Jesús quiere caminar junto con los mexicanos en esta situación de violencia y pobreza.
"Cuando en nuestra oración decimos a Jesús: '¿No te importa que México se está hundiendo, que las cosas vayan de mal en peor, que haya tanta violencia y tanto crimen, que crezca la desigualdad y la pobreza? ¿No te importa que nos hundamos?'. A eso hay que responder: 'Claro que le importa, que le interesa, pero ha querido caminar con nosotros'", expresó.
Asimismo, recordó que la paz se construye con un nuevo lenguaje y con las acciones adecuadas.
En ese sentido, los animó a cultivar una mirada misericordiosa y un lenguaje de paz, incluido en las redes sociales, donde no hay paz.
"En nombre de mis hermanos obispos y de la Iglesia quiero animarlos a que caminemos juntos. Corran rápido, pero hay que saber esperar, caminar al ritmo del otro, debemos marchar juntos ustedes y nosotros", afirmó.
Mons. Cabrera también invitó a pedir a Cristo por los sufrimientos de los enfermos, de los encarcelados y desaparecidos, así como por las familias de las personas fallecidas.
Por su parte, la nueva presidenta de Testimonio y Esperanza, Andrea Perea, demandó a las autoridades mexicanas cumplir con su responsabilidad para que la población pueda vivir en paz, sin temor a los brotes de violencia.
"México necesita artesanos de la paz, auténticos mensajeros y testigos de la vida cotidiana", resaltó.