El Obispo de Córdoba (España), Mons. Demetrio Fernández explica que la primera bienaventuranza, referida a los pobres de espíritu, se refiere a quienes confían en Dios hasta el punto de hacerse pobres también en lo material.
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Al abordar el Evangelio correspondiente al cuarto domingo del tiempo ordinario, Mons. Fernández expone que se trata de "un texto clave en el mensaje de Jesucristo para los cristianos y para todo el mundo".
En este sentido ha especificado que "Ghandi se sentía entusiasmado con esta página del Evangelio" y que los musulmanes "conocen y repiten esta enseñanza de Jesús". Para los cristianos, destaca, "es la carta magna y la quinta esencia del Evangelio de Jesucristo".
El Prelado recuerda que las bienaventuranzas "son prolongación de los diez mandamientos, llevados a su plenitud" y que, al proclamarlas, "Jesús está presentando un autorretrato". En él, "nos adentramos en el corazón de Cristo, conocemos a Jesús por dentro", señala el Obispo.
El Prelado expone cómo la primera de ellas que habla de los "pobres de espíritu" incluye a todas las demás, como sucede con el primer mandamiento del decálogo sagrado.
La pobreza que Jesús alaba, puntualiza el Obispo de Córdoba, "consiste sobre todo en la confianza en Dios" que normalmente lleva "a no asirse a los bienes de este mundo y, por tanto, el que confía en el Señor se va desprendiendo de todo hasta hacerse también pobre materialmente".
"Cuando uno confía en Dios, vive colgado de la providencia divina de un Padre todopoderoso, que siempre busca nuestro bien", ha dicho Mons. Fernández.