El secretario de Estado del Vaticano, el Cardenal Pietro Parolin, destacó la importancia de la legalidad y la justicia y puso como ejemplo el testimonio del Beato Rosario Livatino, juez que fue asesinado por la mafia italiana.
Así lo señaló el Purpurado con ocasión del congreso titulado "La actualidad del Beato Rosario Livatino", que se llevó a cabo en el Senado de Italia el 18 de enero.
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El Cardenal Pietro Parolin resaltó que el Beato Rosario Livatino es "una figura maravillosa", porque "fue un cristiano íntegro, que supo vivir plenamente su fe en el ejercicio de una profesión particularmente delicada como la judicial, ajustando su interpretación y aplicación de la justicia a los principios cristianos".
Al referirse al asesinato de Livatino cuando tenía 38 años, el Cardenal Parolin explicó que su vida "no fue en vano", porque "todo gesto de generosidad, todo acto de amor, toda ofrenda de la propia vida, todo sacrificio hecho en nombre del Señor es siempre recompensado y da fruto".
Luego, el Purpurado afirmó que este Beato italiano puede ser modelo para los magistrados, dado supo unir la justicia y la caridad al colocar "a la persona en el centro".
"Es un esfuerzo realizado también por el Estado y la comunidad, para conseguir recuperar a todos aquellos que han entrado en el campo de la delincuencia y la criminalidad", indicó el Cardenal Parolin.
Datos biográficos
Rosario Angelo Livatino nació el 3 de octubre de 1952 en Canicatti, en la provincia italiana de Agrigento. Decidió seguir la misma carrera que su padre e ingresó a la facultad de Jurisprudencia de Palermo. Terminó sus estudios de abogacía a los 22 años con las mejores calificaciones.
El 21 de agosto de 1989 fue nombrado juez de la sección de prevención del Tribunal de Agrigento. En ese puesto tuvo a su cargo varios procesos contra miembros de la mafia condenados a cadena perpetua.
El 21 de septiembre de 1990 fue interceptado por cuatro sujetos mientras conducía su auto. En medio de los disparos, Livatino logró salir del carro y trató de correr. Malherido, se situó al margen de la carretera y uno de los asesinos se acercó para rematarlo. El hombre que finalmente acabó con la vida del juez fue Gaetano Puzzangaro, quien proporcionó uno de los testimonios para la causa de beatificación del magistrado.
Después de la muerte de Livatino, se encontró una Biblia llena de anotaciones en su escritorio, donde siempre guardaba un crucifijo.
En diciembre de 2020, el Papa Francisco reconoció el martirio de Rosario Angelo Livatino y fue beatificado el 9 de mayo de 2021 en la ciudad siciliana de Agrigento.