La Diócesis de Reconquista (Argentina) se prepara a vivir el Año Diocesano de la Juventud, que comenzará el 25 de febrero y culminará en la Fiesta de Cristo Rey.

En un mensaje a la comunidad, el Obispo de Reconquista, Mons. Ángel José Macín, invitó a participar de la animación de este tiempo y a continuar en el camino sinodal con la prioridad puesta en los jóvenes, "especialmente aquellos que están buscando un sentido para sus vidas".

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Además, mediante una carta publicada en noviembre de 2022, con el título "¡Él vive y te quiere vivo!", llamó a los fieles a "poner su mirada, a escuchar y, sobre todo, a amar a los jóvenes, nuestros jóvenes".

En su carta, el obispo aporta algunas reflexiones sobre la fe y el protagonismo joven en la comunidad.

Ellos, asegura el Prelado, "pueden llenar de esperanza y de alegría nuestras comunidades, asumiendo un compromiso de renovar las estructuras y el impulso misionero".

Este período anual dedicado a los jóvenes se iniciará el 25 de febrero con una "Acampada diocesana de jóvenes", que se desarrollará en la parroquia Nuestra Señora del Huerto, de la ciudad de Malabrigo.

Las actividades comenzarán ese sábado a las 15:00 horas, y finalizarán cerca de la medianoche.

El Año Diocesano de la Juventud concluirá con una "Mega Misión Juvenil" durante noviembre, en torno a la Fiesta de Cristo Rey 2023.

En este año especial, Mons. Macín llamó a "escuchar en serio" el pensamiento y los sentimientos de los jóvenes. Asimismo, invitó a "conocer sus búsquedas, respetar sus tiempos, atender a sus reclamos y a sus miedos".

También expuso su preocupación por la falta de oportunidades que experimenta la juventud, y por el fenómeno de las adicciones, que conforman un escenario de crisis que atenta contra el entusiasmo y alienta al pesimismo. 

Ante esto, llamó a "la propuesta cristiana" de asumir e interpretar la crisis como una gran oportunidad.

En esa línea, dio a conocer el objetivo principal del Año Diocesano dedicado a los jóvenes: "Facilitar su encuentro con la persona de Jesucristo, fuente de vida y esperanza. Con Jesucristo joven". 

Para ello, el Prelado consideró que "el desafío y la misión de la Iglesia es llevar a Jesús a los diferentes ambientes donde se encuentran los jóvenes, para que allí pueda darse esa experiencia única que cambia para siempre el trayecto de una vida".

Puntualmente, invitó a las parroquias, movimientos y asociaciones "a generar espacios en diferentes sectores del quehacer juvenil" a fin de que los jóvenes puedan descubrir el valor de la presencia de Cristo.

También hizo hincapié en la necesidad de considerar "la realidad de aquellos jóvenes que sufren, que han perdido el sentido de sus vidas, que buscan en alternativas espurias una evasión a una realidad que no pueden resolver". 

Al referirse a la vocación, consideró que si bien "implica toda la vida", tiene un "acento matutino", y el tiempo de la juventud "es el período por excelencia del discernimiento vocacional, es decir, del proyecto de amor que Dios tiene para cada uno".

A la elección, afirmó, le sigue la misión: "Cuando los jóvenes son alcanzados por Jesús, se transforman inmediatamente en actores audaces de la misión de la Iglesia".

Finalmente, llamó a tener como modelos para los jóvenes las figuras ejemplares de jóvenes como Santa Teresita del Niño Jesús, Santo Domingo Savio, el Beato Ceferino Namuncurá y el Beato Carlo Acutis.