El Papa Francisco dijo este sábado 14 de enero que "la sonrisa es una flor que florece al calor del amor".
Lo hizo durante una audiencia en el Aula Pablo VI del Vaticano con la comunidad Papa Juan XXIII, una asociación católica fundada por el sacerdote Oreste Benzi en Italia.
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Ante las familias y los niños presentes en la audiencia, el Papa Francisco aseguró que Dios "nos conoce a cada uno por nuestro nombre".
"No somos anónimos, no somos fotocopias, ¡somos todos originales! Y así debemos ser", dijo el Papa recordando las palabras del Beato Carlo Acutis.
En esta línea, explicó que Dios nos ve con "la mirada del amor" y aunque también ve nuestras limitaciones, "nos ayuda a soportarlas".
El Santo Padre subrayó que "cada uno es único, es hijo o hija de Dios, es hermano o hermana de Jesús" y añadió que Dios nos ve "con la mirada del amor".
A continuación, dijo que "Jesús es el hombre perfecto, es la plenitud de lo humano, y el amor de Dios nos hace crecer hacia esa medida completa, hacia la plenitud".
"Sabemos que sólo lo alcanzaremos en el cielo, pero ya en esta vida, el amor nos hace madurar de este modo", aseguró.
El Santo Padre explicó que hay signos que demuestran que una persona es acogida con amor, y entre ellos destacó "la sonrisa".
Más tarde, habló acerca de las llamadas "casas de familia", una iniciativa de Don Oreste Benzi para "acoger en casa a personas que se convierten realmente en sus propios hijos regenerados por el amor cristiano".
"Un padre y una madre que abren las puertas de su casa para dar una familia a quienes no la tienen. Una familia de verdad; no un trabajo, sino una opción de vida", subrayó el Papa.
"La familia,-explicó el Pontífice-, es el lugar donde todos son atendidos, tanto los que son acogidos como los que acogen, porque es la respuesta a la necesidad innata de relaciones que tiene toda persona".
Al final de su discurso, el Santo Padre se dirigió a los niños que le escribieron cartas con diferentes preguntas y donde contaron sus historias personales.