Un monaguillo de 15 años, una madre en el noveno mes de gestación, un joven que murió por salvar a su hermano, ocho amas de casa y una anciana de 80 años son algunos de los 246 mártires de la persecución religiosa incluidos en la nueva causa de canonización cuya apertura anunció este jueves el Arzobispo de Valencia, Mons. Agustín García-Gasco.
El monaguillo valenciano Antonio Ferrer Rodrigo es el mártir más joven de este nuevo grupo de nuevos testigos del Evangelio que fueron asesinados por odio a la fe en 1936. Antonio “fue torturado y fusilado por recriminar la actitud de unos milicianos que estaban saqueando la iglesia de su pueblo, en la que ayudaba al párroco”, indicó el delegado diocesano para las Causas de los Santos del Arzobispado de Valencia, Ramón Fita.
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“El joven había logrado esconder en su casa algunos objetos de culto para salvarlos de la profanación, entre otros, un cáliz y una cruz procesional, pero al ver cómo los asaltantes encendían una hoguera y arrojaban a ella una imagen del Sagrado Corazón, “no pudo contenerse y comenzó a recriminar a los milicianos”, declaró Fita. Horas después fue detenido, junto con su padre, “que no quiso abandonarlo”, y ambos fueron fusilados el 2 de diciembre de 1936.
En el mismo proceso diocesano que se abrirá oficialmente el próximo día 23 de junio, se incluye al joven soltero Alberto Meléndez Boscá, martirizado con 26 años de edad. El engañó a sus captores atribuyéndose la identidad de su hermano, que era a quien buscaban, para evitar que éste fuera fusilado porque estaba casado y tenía dos hijos.
Una de las historias más dramáticas de este grupo de mártires es la de Hortensia Serra Poveda, asesinada a los 29 años de edad, cuando estaba embarazada de nueve meses del que iba a ser su primer hijo y pidió que la mataran después de dar a luz para poder bautizarlo, solicitud que le fue denegada.
La causa de canonización anunciada ayer por el Arzobispo de Valencia incluye en total 246 mártires, de los que 179 son sacerdotes diocesanos, 6 religiosos, 4 religiosas y 57 laicos.
Se trata del segundo grupo de mártires valencianos de la persecución religiosa de 1936 al que se le abre proceso de canonización, después del integrado por 226 personas que fueron beatificadas por el Papa Juan Pablo en 2001 en el Vaticano.
"Aún quedan unos 400 expedientes de otros sacerdotes, religiosos, religiosas, y fieles laicos o laicas que, a pesar de haber muerto por Cristo están faltos, de momento, de noticias y pruebas de su presunto hecho martirial", ha confirmado Ramón Fita.
De los 179 sacerdotes incluidos en la causa, 12 eran mayores de 70 años cuando fueron asesinados, mientras que el más joven, José Vicente Chulilla, tenía tan sólo 25. Todos fueron martirizados en 1936 a excepción de Juan Puertes Ramón, que fue asesinado en 1934, cuando era vicario general de la diócesis de Oviedo en octubre de 1934.
En el caso de los mártires religiosos, "han sido incluidos aquellos que murieron en el territorio de la diócesis de Valencia y expresamente lo han solicitado sus respectivos superiores", explicó Fita.
anciana de 80 8 amas de casa valencianas