Tras el fallecimiento y funeral del Papa Benedicto XVI, el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, Mons. Óscar Ojea, destacó su inteligencia, su humildad, la cercanía con los latinoamericanos y las enseñanzas que dejó.
A través de su cuenta de Twitter, Mons. Ojea enumeró algunas características y momentos que reflejan la figura del Papa, fallecido el 31 de diciembre pasado, y a cuyo funeral en Roma asistieron cientos de miles de fieles.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
"Benedicto fue un hombre de una inteligencia brillante", aseguró. En el libro "Introducción al Cristianismo", destacó, "ya se veían en él las ideas del Concilio Vaticano II".
"Fue un hombre que descolló en el Concilio, siempre busco su aplicación", valoró.
El Obispo recordó luego su presencia en la Conferencia General del Episcopal Latinoamericano en Aparecida (Brasil) en 2007, donde "los latinoamericanos lo sentimos muy cerca".
Y destacando las palabras que les dijo el entonces Pontífice, citó: "¿Qué te da la fe?: La fe te da una familia, la familia universal de Dios. La fe nos libera del aislamiento del yo y nos conduce a la comunión".
El Prelado consideró que Benedicto XVI "nos deja un legado doctrinal, pero sobre todo esa humildad conmovedora de cuando comprueba su propia fragilidad para gobernar la Iglesia y renuncia ante los cardenales".
Finalmente, Mons. Ojea resaltó la relación de Benedicto y el Papa Francisco. En esa línea, animó a pensar en los estilos y modos de ser diferentes, e incluso en la cultura de "un alemán y un argentino".
El Papa Francisco, relató, "cada 3 meses iba a visitarlo, y decía que en la Iglesia tenerlo cerca, y consagrado a la oración, era como tener en la casa la figura del 'abuelo'".
Como ejemplo del vínculo estrecho entre ambos Papas, recordó el agradecimiento que pronunció Benedicto XVI a Francisco en la Misa por sus 65 años de sacerdocio, el 28 de junio de 2016.
"Gracias Santo Padre. Gracias por su bondad, desde el primer momento de la elección, en cada momento de mi vida aquí, que me llega adentro, me lleva interiormente", expresó Benedicto XVI en esa ocasión.