El Colegio de Fiscales en Utrecht, Holanda, determinó que bajo condiciones “estrictas” la demencia o enfermedad mental puede ser una razón legítima para aplicar la eutanasia o el suicidio asistido.
Refiriéndose al polémico caso del médico que “ayudó a morir” a un paciente de Alzheimer, el organismo dictaminó que este diagnóstico es “insuficiente” para decidir la aplicación de la eutanasia, pero señaló que sí puede ser aplicada cuando el paciente no tenga perspectivas de recuperación psíquica y padezca “dolores insufribles”.
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“Es la primera vez que el Colegio de Fiscales del Ministerio Público se pronuncia sobre la terminación de la vida de pacientes dementes”, afirmó el jurista Johan Legemaate.
Para Peter Holland del Colegio Médico KNMG que actualmente celebra un congreso sobre la eutanasia, si esto se valida, “el número de peticiones aumentará con el envejecimiento de la población”.
“Imagínate, alguien resuelve que quiere que se aplique la eutanasia cuando deje de reconocer a sus familiares. Una vez demente, y ya viviendo en una casa de convalecencia, te lo encuentras feliz de la vida. ¿Debes aplicar la eutanasia en virtud de ese testamento anterior? ¿Sufre un demente? Durante el congreso nos ocuparemos de si la perspectiva de una demencia galopante puede ser definida como dolores insufribles y falta de perspectivas”, indicó Holland.