El Papa Francisco dijo que Benedicto XVI "hizo teología de rodillas" y aseguró que "toda la Iglesia le estará agradecida para siempre".
El Papa Francisco escribió el prólogo de un libro que recoge los pensamientos espirituales de Benedicto XVI bajo el título "Dios es siempre nuevo", que será publicado el próximo 14 de enero por la editorial Editrice Vaticana.
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En el prólogo, el Papa Francisco dijo además que, bajo la guía del Espíritu Santo, Benedicto XVI "buscó una penetración cada vez mayor en el misterio de Jesús que le había fascinado desde su juventud".
En el texto, el Santo Padre explica que "el modo en que Benedicto XVI supo hacer interactuar corazón y razón, pensamiento y afecto, racionalidad y emoción, es un modelo fecundo sobre cómo hablar a todos de la fuerza disruptiva del Evangelio".
Para el Santo Padre, en el libro brilla la capacidad de Benedicto "de mostrar siempre nueva la profundidad de la fe cristiana".
"La profundidad del pensamiento de Joseph Ratzinger -continuó el Papa Francisco-, basado en la Sagrada Escritura y en los Padres de la Iglesia es una ayuda para nosotros también hoy".
El Pontífice subrayó que el libro "aborda una gama de temas espirituales y son un incentivo para que permanezcamos abiertos al horizonte de eternidad que el cristianismo lleva en su ADN".
"El de Benedicto XVI es y seguirá siendo un pensamiento y un magisterio fecundos en el tiempo, porque ha sabido centrarse en las referencias fundamentales de nuestra vida cristiana", explicó luego.
En este sentido, citó la persona, la palabra de Jesucristo y las virtudes teologales, algo por lo que "toda la Iglesia le estará agradecida. Para siempre".
Además, el Papa Francisco recordó que "Benedicto siempre consideró la belleza como un medio privilegiado para abrir a los hombres a lo trascendente y poder así encontrarse con Dios, que para él era la tarea más elevada y la misión más urgente de la Iglesia".
"Agradecemos sinceramente a Dios por habernos dado al Papa Benedicto XVI", destacó el Papa Francisco.
"Con su palabra y su testimonio, nos ha enseñado que mediante la reflexión, el pensamiento, el estudio, la escucha, el diálogo y, sobre todo, la oración, es posible servir a la Iglesia y hacer el bien a toda la humanidad", afirmó el Papa en el prólogo.
Por último, recordó que la búsqueda "del diálogo con la cultura de su tiempo ha sido siempre un deseo ardiente de Joseph Ratzinger".
"Con su ejemplo de intelectual rico en amor y entusiasmo, que etimológicamente significa estar en Dios, nos mostró la posibilidad de que buscar la verdad es posible, y que dejarse poseer por ella es lo más alto que puede alcanzar el espíritu humano", concluyó el Papa.