Varios episcopados, arzobispos y obispos en América Latina se despidieron del Papa Emérito Benedicto XVI, quien falleció este sábado, y elevaron sus oraciones para que él pronto se una a Cristo resucitado por toda la eternidad.
Desde México, el Arzobispo de Puebla, Mons. Víctor Sánchez Espinosa, elevó "fervorosas oraciones" y aseguró que en su jurisdicción habrá "numerosas celebraciones de la Misa por su eterno descanso".
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"Para que el Supremo Pastor le conceda ser partícipe de la gloria que aguarda a los humildes trabajadores de su viña", manifestó el 31 de octubre en un comunicado.
Mons. Sánchez agregó que Benedicto fue un "pastor generoso, un maestro preclaro y un sumo Pontífice de profunda espiritualidad".
Por su parte, el Arzobispo peruano Mons. José Antonio Eguren señaló el 31 de diciembre que "nuestro querido Papa Emérito ha llegado ya al otro mundo donde, como era su anhelo, le han acogido sus muchos amigos".
"En Cristo resucitado se ha unido a ellos por toda la eternidad", destacó el Arzobispo del Piura, en el norte del Perú.
Para el Prelado, "son muchísimas y hermosas las lecciones de vida que Benedicto XVI nos deja".
"Su vida ejemplar de sacerdote, obispo, Cardenal, y de Sumo Pontífice, se caracterizó por un magisterio valiente anunciando la Verdad que reconcilia y salva".
Asimismo, expresó que Benedicto XVI "nos enseñó que la ideología no puede sustituir a la realidad, ni lo políticamente correcto a la Verdad, y que la fe de la Iglesia no es una opinión".
"Es uno de los más grandes teólogos de nuestros tiempos, que ha formado y seguirá formando a muchas generaciones de teólogos y cristianos", subrayó.
Este sábado, la Conferencia de Obispos de Brasil (CNBB) también publicó un comunicado en el que agradeció por la vida, el testimonio y las enseñanzas del Papa Emértio.
"Benedicto XVI fue pastor y teólogo. En vida, buscó conciliar la fe y la razón, la justicia y la caridad, temas recurrentes de su enseñanza", apuntaron los prelados.
"Con su renuncia recorrió el camino de la humildad y, siendo emérito, nos enseñó a prepararnos para el encuentro definitivo con el Señor", añadieron.
El Episcopado argentino, por su parte, rezó por su eterno descanso y reconoció la "fe robusta, esperanza incólume y caridad ejemplar" de Benedicto XVI.
Los obispos de Guatemala, por su parte, exhortaron a sus fieles a "orar por su eterno descanso".
Recocieron, además, a Benedicto como un "promotor de la unidad de los cristianos y la libertad religiosa".
"Que él goce ya de la luz eterna con cuyo resplandor iluminaron sus muchas e imperecederas enseñanzas magisteriales", añadieron.
En el caso de Costa Rica, sus obispos expresaron que el Pontífice Emérito "se ha encontrado plenamente con el Amor; con el Dios en quien creemos y que nos da la vida eterna".
"Reiteramos nuestro sentimiento de dolor, pero, al mismo tiempo, manifestamos nuestra esperanza en el Señor de la vida y en el misterio de su resurrección, centro y fundamento de nuestra fe", señalaron en un comunicado.