El Obispo de Orihuela-Alicante (España) ,Mons. José Ignacio Munilla denuncia que con la Ley Trans "el deseo es ley, siempre y cuando vaya contra la naturaleza. Ahora, mi deseo queda prohibido si va a favor de la naturaleza".
Este jueves el Congreso de los Diputados aprobó el Proyecto de Ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI, conocida como Ley Trans.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
Para Mons. Munilla, se trata de "otro pasito dramático de nuestra cultura" que ocurre vísperas de la Navidad, cuando "Cristo nos revela qué es ser hombre". Un paso que se realiza "dando la espalda a la revelación que Cristo nos hace, a la antropología cristiana".
El colmo del subjetivismo
Para el Prelado, que ha comentado la noticia en su programa Sexto Continente de Radio María España, la norma supone "el colmo del subjetivismo" que supone "dar más credibilidad a los sentimientos que a la genética".
El Obispo ha ironizado como resumiendo el espíritu de la Ley Trans: "¿No éramos científicos? ¿Cómo es posible que ahora pasemos por encima de la genética completamente? ¡A la porra con los cromosomas fascistas! A mí no me van a decir los cromosomas qué es lo que yo soy".
Por otro lado, Mons. Munilla ha condenado como "el colmo del mercantilismo político" haber convertido "la antropología en moneda de cambio".
Qué supone la Ley Trans de España
El Prelado ha repasado algunas de las disposiciones de la Ley Trans que aún ha de ser votada en el Senado antes de su aprobación definitiva.
Con ella, los menores de 12 años podrán someterse a cirugías mutiladoras y tratamientos hormonales, en principio con permiso paterno. Pero un juez podría llegar a disponer en contra de los padres.
A partir de 12 años, pueden actuar en este sentido sin contar con sus padres, ni necesitar un informe jurídico o médico, cuando no pueden ir de excursión con el colegio sin autorización paterna.
La ley establece que "el único requisito es que ese niño, el adolescente, tenga la madurez necesaria", explica el Obispo, que advierte: "No se dice para nada quién juzga esa madurez y se obvia cualquier referencia al consentimiento paterno" para establecerla.
Por otro lado, el cambio de sexo y nombre en el Registro Civil es reversible a los seis meses.
Prohibición selectiva y manipulación educativa
Sin embargo, para Mons. Munilla los aspectos más graves de la norma son que prohíbe cualquier ayuda "para reintegrar los deseos dentro de su propia condición", en referencia a las mal llamadas terapias de conversión.
El Prelado subraya que con esta ley "el deseo es ley, siempre y cuando vaya contra la naturaleza. Ahora, mi deseo queda prohibido si va a favor de la naturaleza".
Con mayor precisión visual, ha añadido: "Si quiero salir del armario por una puerta, tendré todas las salidas. Si quiero salir del armario por la otra, que es la de adaptar mi deseo a la naturaleza, entonces está prohibido".
En todo caso, lo más grave para el Obispo es "la manipulación educativa" ya que la Ley Trans impone que sus contenidos se incorporen a los currículos educativos en todas las etapas, a los temarios de oposiciones de los profesores, a los títulos universitarios y a la Formación Profesional.
Reflexionar con ayuda de Hakuna
Pensando en los adolescentes que "participan de esta crisis de identidad", Mons. Munilla ha invitado a que reflexionen con ayuda de una canción de Hakuna, "Pasión de Dios".
El prelado considera que en su letra está la respuesta al fomento de la crisis de identidad que realiza la Ley Trans.
"Si Dios me quiere como soy yo no tengo derecho a despreciarme. No tengo derecho.
Débil, enfermo, impotente, quebradizo. Así descubro que Dios me quiere y me ama. Y no huyo de mi situación, sino que la abrazo. Y al abrazarla, al tener esa santa aceptación de mí mismo, Dios me va curando, Dios me va sanando".
Las primeras frases de esta canción dicen así:
¿Por qué tengo miedo de mí mismo?
¿Por qué no disfruto hoy de cada minuto?
¿Por qué querría ser de un modo distinto?
¿Por qué vivo siempre en lo que haré?
Tanta cosa para motivarme,
basta ya de maltratarme.
Dime Padre por qué no me quiero,
solo tu aprecio mata mi desprecio.
Hazme oír lo que te gusto,
que vea que me miras con pasión.
Que a nadie quieres tanto como a mí,
soy Pasión de Dios.