La policía de la ciudad de Montreal (Canadá) prohibió a sus oficiales portar símbolos religiosos en el trabajo, en especial las imágenes de San Miguel Arcángel, informó el medio estatal CBC/Radio-Canada.
El mandato del Servicio de policía de la Ciudad de Montreal (SPVM) se basó en una ley de 2019 y fue una respuesta directa al uniforme utilizado por los agentes en las protestas relacionadas con el foro internacional COP15, llevadas a cabo en Montreal el 7 de diciembre de este año.
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Aquel día, se vio en las redes sociales a muchos oficiales con insignias que decían "San Miguel protégenos", en homenaje al santo patrono de la policía canadiense.
"Después del análisis, se acordó que el escudo de San Miguel que usan los oficiales del SPVM en su uniforme es un signo religioso dentro del significado de la ley", dice un memorando enviado a los agentes.
"En consecuencia, les rogamos ahora que tengan la amabilidad de quitar de sus uniformes cualquier escudo que simbolice o se refiera a San Miguel Arcángel, a fin de cumplir con la ley", añade el documento.
La Ley relativa a la laicidad del Estado, conocida como Ley 21, es una norma que data de 2019, y que establece que el estado de Quebec, donde se encuentra Montreal, "es un estado laico".
A pesar de las denuncias presentadas ante la justicia contra esta ley, la Corte Superior de Quebec decidió mantenerla en vigor en 2021.
Desde que se presentó el proyecto de ley, ha sido criticado por líderes políticos y religiosos, quienes lo llamaron un acto de discriminación y una afrenta a la libertad religiosa.
En 2019, el Ayuntamiento de Montreal retiró un crucifijo que tenía más de 80 años en las instalaciones municipales.
En respuesta, la Arquidiócesis de Montreal declaró que el crucifijo representa las raíces cristianas del país y no necesita ser eliminado en una sociedad pluralista.
"Como un signo venerado por los cristianos, el crucifijo sigue siendo un símbolo viviente. Simboliza la apertura y el respeto hacia todos los pueblos, incluso a otras comunidades de fe y tradiciones religiosas, que se adhieren a sus propios signos y símbolos", dijo el Arzobispo de Montreal, Mons. Christian Lépine.
Ese mismo año, se retiró un crucifijo del Salón Azul de la Asamblea Nacional de Quebec.