Hombres armados secuestraron al P. Christopher Ogide en la entrada de su casa parroquial en la Diócesis de Umuahia, al sur de Nigeria.
El secuestro ocurrió el sábado 17 de diciembre, mientras el P. Ogide se dirigía a una gasolinera cercana desde la parroquia Santa María Asunta, en el estado de Abia.
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El Obispo de Umuahia, Mons. Michael Kalu Ukpong, pidió a los fieles de la diócesis que oren y mantengan la calma tras el secuestro del P. Ogide, informó Vatican News.
Además, el obispo ha informado que los secuestradores aún no han establecido contacto con la diócesis.
La inseguridad en Nigeria sigue creciendo a niveles alarmantes. La proliferación de grupos armados motivados por el odio a la fe y/o la delincuencia aumenta día a día.
El lucrativo dinero de los rescates también alimenta lo que se ha convertido en esencia en una industria de secuestros en Nigeria.
Liberación del P. Abraham Kunat
Por su parte, el sacerdote católico Abraham Kunat, de la Arquidiócesis de Kaduna, que había sido raptado el 8 de noviembre, fue liberado el lunes 19 de diciembre.
El secuestro de este sacerdote se produjo en Saint-Mulumba, en la localidad de Kachia, donde el sacerdote residía debido a la situación de inseguridad que azota al estado de Kaduna, uno de los más afectados por los secuestros de sacerdotes en Nigeria.
En octubre, el Obispo de Makurdi (Nigeria), Mons. Wilfred Anagbe, denunció ante el Parlamento Europeo que lo que sucede en su país "es nada menos que una yihad revestida de muchos nombres: terrorismo, secuestros, pastores asesinos, bandolerismo, milicias, etc".
El prelado aseguró que "lo que está pasando ahora va más allá de la conspiración, es más bien apoyo abierto, ayuda y complicidad con los perpetradores, dado que nunca hay consecuencias para los culpables".