El Papa Francisco compartió algunas de sus preocupaciones sobre el trabajo, como el desprecio a la maternidad por parte de los empleadores.
Así lo indicó el Santo Padre al recibir esta mañana en el Aula Pablo VI a los dirigentes y delegados de la Conferencia General Italiana del Trabajo.
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Tras recordar que el trabajo es un "lugar de encuentro entre la vocación personal y la dimensión social", el Papa Francisco resaltó la importancia de la formación para señalar "las distorsiones del trabajo", que se ha contaminado con la "cultura del descarte".
"Lo demuestra por ejemplo allí donde la dignidad humana es golpeada por la discriminación de género. ¿Por qué una mujer debe ganar menos que un hombre?", cuestionó.
"¿Por qué a una mujer, apenas comienza a 'engordar', la despiden para no pagarle la maternidad? Se ve también en lo precario de los jóvenes. ¿Por qué se deben retardar las opciones de vida a causa de una precariedad crónica??", preguntó el Papa Francisco.
El Santo Padre compartió luego dos preocupaciones que tiene sobre el mundo del trabajo.
1. La seguridad de los trabajadores
"Cada muerte en el trabajo es una derrota para toda la sociedad. Más que contarlos al final de cada año, deberíamos recordar sus nombres, porque son personas y no números", lamentó.
Tras denunciar la "idolatría del dinero" y los daños que genera, el Papa Francisco dijo que "solo una alianza sabia puede prevenir los 'incidentes' que son tragedias para las familias y las comunidades".
2. La explotación de las personas
El Papa Francisco enumeró algunas situaciones donde se da esto, como la esclavitud laboral en la agricultura, en las canteras, y "la constricción a jornadas extenuantes, el juego a la baja en los contratos, el desprecio por la maternidad, el conflicto entre trabajo y familia".
El Santo Padre también se refirió a los "trabajadores pobres", que son "personas que teniendo un trabajo, no logran mantener a sus familias y darles esperanza para el futuro".
El Papa Francisco dijo además que "el sindicato –escuchen bien esto– está llamado a ser voz de los que no tienen voz".
El Pontífice destacó luego la urgencia de "humanizar el trabajo. También en esto el sindicato puede obrar" para ayudar a los trabajadores.
Para concluir, el Papa Francisco alentó a formarse para construir la paz y confió a los trabajadores y los sindicatos a la protección de San José, que también supo desenvolverse en el mundo del trabajo.