Mons. Carlos Garfias Merlos, Arzobispo de Morelia, en el estado mexicano de Michoacán, reiteró las sanciones que pesan sobre el polémico sacerdote Alfredo Gallego Lara, conocido como el "Padre Pistolas".
En un comunicado difundido el 14 de diciembre, Mons. Garfias Merlos señaló que el P. Gallego Lara "desde el 4 de septiembre del presente año ha quedado suspendido, de tal modo que sigue vigente la pena canónica".
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El Prelado subrayó que el "Padre Pistolas" está prohibido de "celebrar la Santa Misa, ni Primeras Comuniones, ni organizar Confirmaciones, Matrimonios, ni otra actividad del ministerio sacerdotal".
CIRCULAR sobre la retención de licencias ministeriales al Pbro. Alfredo Gallegos Lara, desde el pasado 4 de septiembre de 2022, misma que SIGUE VIGENTE y que le invalida para celebrar los sacramentos y toda actividad sacerdotal. pic.twitter.com/77yoHntqJl
- Arquidiócesis de Morelia (@arquimorelia) December 15, 2022
El "Padre Pistolas" tiene 71 años y ejercía su ministerio sacerdotal en el municipio de Chucándiro, a unos 50 kilómetros al norte de Morelia. Sus predicaciones y homilías suelen estar llenas de lenguaje soez.
El sacerdote es conocido además por portar armas, de ahí su apelativo de "Padre Pistolas", y ha alentado a los fieles a andar armados para defenderse del crimen organizado en Michoacán.
El P. Gallego Lara también se ha dedicado a ofrecer combinaciones de hierbas con supuestas propiedades medicinales.
En su comunicado de este 14 de diciembre, el Arzobispo de Morelia señaló que en noviembre de 2021 el polémico sacerdote "recibió una primera amonestación".
Ante su reincidencia, el Prelado le remitió una segunda amonestación el 22 de mayo de 2022.
Mons. Garfias Merlos recordó que el 4 de septiembre "le prohibí el ejercicio del ministerio sacerdotal" al "Padre Pistolas".
Las razones, señaló el Arzobispo mexicano, son: "vocabulario vulgar y ofensivo; calumnias para con el obispo, los sacerdotes, las mujeres y los fieles en general; usar el altar y las homilías para promocionar remedios y curaciones; incumplimiento en el apoyo económico para el sostenimiento del Seminario, las Misiones, Obras Piadosas de la Iglesia, etc.; escándalo en la comunidad de fieles".
Ante un pedido de revocación de la suspensión presentado por abogados civiles, el Arzobispo dijo que "se le dio un silencio administrativo, lo cual significa una negativa a la petición hecha".
Mons. Garfias Merlos reiteró que el P. Gallego Lara "ha ejercido con abierta desobediencia el ministerio sacerdotal sin hacer caso a la prohibición".
"Tampoco ha corregido su vocabulario, ni las ofensas, y continúa con la promoción de sus remedios desde el altar", señaló.