El Arzobispo de La Plata, Mons. Héctor Aguer, señaló este fin de semana en el programa televisivo “Claves para un Mundo Mejor” que Argentina enfrenta hoy una decadencia en la calidad de la educación que puede afectar su futuro.
El Prelado reconoció que en los últimos años “se ha conseguido retener a más chicos en el sistema (educativo)”; pero al mismo tiempo “se ha verificado una decadencia de los haberes básicos, como decían los antiguos, que eran leer, escribir y calcular. Pero hay algo más peligroso que es una especie de crisis de las certezas”.
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Según el Arzobispo platense, “no es raro que se produzca esa crisis de certeza donde el tema de la verdad no importa más. Todas son opiniones, todo se construye provisoriamente para solucionar los problemas de cada contexto particular”.
“Estamos olvidando –destacó Mons. Aguer- que la inteligencia esta hecha para la verdad. La voluntad del hombre, su libertad, su corazón están hechos para el amor, su sensibilidad pide llegar a la belleza y es necesario volver a esa inspiración fundamental”.
El Prelado recordó que “son los padres de los alumnos que asisten a la escuela, tanto oficial como privada, los primeros responsables de la educación de sus hijos y tienen el derecho y el deber de velar que se les transmita la verdad y sean educados de acuerdo a sus convicciones filosóficas, su estilo de vida y su pensamiento sobre la trascendencia”. “¡El elemento religioso no puede ser soslayado en nuestra educación!”.
Según Mons. Aguer, el gran problema de la educación argentina “ha sido el laicismo que es la exclusión de Dios, la exclusión de la temática religiosa”.
Sólo reconociendo las causas de la decadencia de la educación, concluyó el Prelado, “podemos ir poniéndole remedio y podemos prometernos un futuro mejor para nuestros jóvenes y por tanto también para nuestra patria”.