El Papa Francisco dijo hoy que a pesar de los momentos difíciles que atraviesan las familias, hay una alegría que "proviene precisamente de ser familia, percibida como un regalo, con un íntimo sentido de la gratitud".
En su discurso dirigido al Forum de las Asociaciones Familiares en Italia, el Papa Francisco explicó que "la alegría de ser una familia no significa que todo vaya bien, que no haya problemas".
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"Todos sabemos que la vida familiar se compone de momentos felices y otros dolorosos, de periodos más serenos y otros más difíciles, a veces duros", dijo el Papa Francisco.
"Pero hay una alegría -explicó-, que puede atravesar todas estas situaciones, porque se encuentra en un nivel más profundo, y que proviene precisamente de ser familia, percibida como un regalo, con un íntimo sentido de la gratitud".
El Santo Padre señaló que esto es un agradecimiento "que se dirige en primer lugar a Dios, y luego a nuestros antepasados, bisabuelos, abuelos, padres; pero también a los hijos y nietos, por supuesto, porque los pequeños regeneran el Amoris Laetitia en los mayores y en los adultos".
"No hablo de una familia ideal, de un modelo estándar que hay que aplicar para ser feliz. Cada familia tiene su propia trayectoria e historia, al igual que cada persona", aclaró el Papa.
"Hablo de la realidad concreta de tantas familias en las que padres e hijos, junto a abuelos, tíos, primos, intentan día a día salir adelante, sin perseguir modelos mundanos, sino con un estilo de sencillez y servicio", señaló a continuación.
Más tarde, el Papa Francisco dijo que "el testimonio de ser una familia es un regalo alegre que inspira gratitud" y agradeció a los presentes su labor a favor de las familias en Italia.
En esta línea, el Papa Francisco dijo que "una familia cristiana nunca puede encerrarse en su propio caparazón; no puede decir: ¡estamos bien, los demás pueden arreglárselas!".
"La familia cristiana -pero yo diría que toda familia fundada en el amor- está abierta y atenta a lo que ocurre fuera del hogar, busca ser acogedora y solidaria", defendió.
Por ello, indicó que la "familia está llamada a ser un factor de fraternidad y amistad social, arraigada en un territorio y al mismo tiempo abierta al mundo".
"Gracias también a sus iniciativas, el tema de la natalidad ha pasado a ocupar un lugar destacado en las agendas políticas", dijo el Santo Padre, quien animó a "pasar de las palabras a los hechos" y a buscar asesoramiento de experto por encima de los partidos.
"¡Cuídense, como parejas y como familias! Dediquen tiempo a la oración, al diálogo entre ustedes y con sus hijos, y a la vida comunitaria en la Iglesia", dijo por último el Santo Padre.