El Papa Francisco dijo hoy que "utilizar las armas para resolver los conflictos es un signo de debilidad y fragilidad" y aseguró que, por el contrario, "negociar, mediar y conciliar requiere valor".
En un discurso dirigido a los miembros del grupo francés "Líderes por la paz", reunidos en el Vaticano, el Papa Francisco dijo que esta valentía supone "no sentirse superior a los demás; la valentía de abordar las causas del conflicto, abandonando intereses y designios de hegemonía".
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"La valentía de superar la categoría de enemigo, para convertirse en constructores de la fraternidad universal, que encuentra la fuerza en la diversidad y la unidad en las aspiraciones comunes a cada persona", dijo a continuación.
Para el Papa Francisco, ser un "líder por la paz" en el momento que atravesamos "es una gran responsabilidad y no sólo un compromiso".
"Nos hemos dado cuenta de que la familia humana, amenazada por la guerra, corre un peligro mayor: la falta de voluntad para construir la paz", añadió el Santo Padre.
En este sentido, el Papa explicó que, ante la guerra, "silenciar las armas es el primer paso, pero luego hay que reconstruir el presente y el futuro de la convivencia, las instituciones, las estructuras y los servicios".
"La paz requiere formas de reconciliación, valores compartidos e -imprescindible- vías de educación y formación", defendió.
A continuación, dijo a los presentes que "la construcción de la paz nos pide ser creativos, superar, si es necesario, los esquemas habituales de las relaciones internacionales", y al mismo tiempo "oponernos a quienes utilizan la fuerza".
"El sufrimiento de la población, la destrucción indiscriminada de estructuras civiles, la violación del principio de humanidad no son 'efectos secundarios' de la guerra, son crímenes internacionales", aclaró el Papa.
Más tarde, el Santo Padre dijo que "se requiere el valor de trabajar juntos ante el desafío de los últimos que exigen no una paz teórica, sino una esperanza de vida".
"Construir la paz significa iniciar y sostener procesos de desarrollo para erradicar la pobreza, vencer el hambre, garantizar la salud y los cuidados, salvaguardar la casa común, promover los derechos fundamentales y superar la discriminación determinada por la movilidad humana", señaló.
Para el Papa Francisco, sólo entonces "la paz será sinónimo de dignidad para cada uno de nuestros hermanos y hermanas".