El Presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), Mons. Luis José Rueda Aparicio, animó a los católicos a vivir este tiempo de Adviento, como preparación para la Navidad, teniendo presente tres momentos especiales.
En su sitio web, la CEC indicó que el también Arzobispo de Bogotá hizo esta invitación durante la Misa que celebró el 28 de noviembre con los directores y funcionarios del Secretariado Permanente del Episcopado.
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En su homilía, Mons. Rueda Aparicio dijo que estos tres momentos especiales son los siguientes:
1. El Adviento como esperanza de curación en la sociedad
El Arzobispo de Bogotá afirmó que el Adviento es la esperanza de sanación y de luz en las vidas de las personas.
"Ese Adviento de Dios, esa presencia de Dios que vendrá glorioso en plenitud, tendrá efecto y lugar primero en la sociedad", dijo el Prelado.
Mons. Rueda también llamó a no prepararse más para la guerra, sino "adiestremos para la reconciliación, para el diálogo".
"Que nos adiestremos para manejar y gestionar nuestros conflictos, respetando la vida de los demás, es decir, que no portemos armas, sino herramientas de trabajo para construirnos como sociedad", animó.
2. El Adviento como luz para las familias
El presidente de la CEC dijo que estos días de Adviento deben llevar a redescubrir el hogar como el lugar del "Advenimiento", es decir, de la presencia de Cristo en la historia familiar.
El Prelado señaló que en toda familia debe haber una luz que refleje el amor de Jesús, que permita nuevas formas de relacionarse, de mirarse y acompañarse.
3. El Adviento como sanación personal
Mons. Luis José Rueda dijo que "cada uno de nosotros es una casa de puertas abiertas. Si le abrimos las puertas de nuestro corazón y de nuestra vida, el Señor vendrá, Él será luz, Él estará en nuestra familia, estará en la sociedad, pero sobre todo estará en nuestra conciencia".
Para finalizar su homilía, el presidente de la CEC animó a que "el tiempo de Adviento nos llene a todos de bendiciones", que las familias "sean iluminadas por el amor del Señor" y "que el año litúrgico le dé a nuestra Iglesia y a todo el pueblo de Dios la alegría de caminar juntos, de caminar iluminados del Señor".