El Papa Francisco advirtió a los superiores generales de los religiosos del mundo el peligro de ejercer la autoridad como abuso de poder.
Así lo escribió en el discurso preparado para los participantes de la Asamblea de la Unión de Superiores Generales (USG) que se llevó a cabo a Roma del 23 al 25 de noviembre.
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El Santo Padre no pronunció el discurso preparado para esta ocasión, sino que lo entregó a los religiosos y el Vaticano lo difundió después de la audiencia de este sábado con los superiores de los religiosos en el Aula Nueva del Sínodo.
En el texto preparado, el Papa se refirió a la importancia de ser "trabajadores de paz" y señaló la importancia de la sinodalidad, por lo que les agradeció las contribuciones realizadas por sus familias religiosas.
Luego, el Santo Padre indicó que probablemente deba ser vista y quizás revisada "la forma de ejercer el servicio de la autoridad".
"Hay que estar atentos al peligro de que degenere en formas autoritarias, a veces despóticas, con abusos de conciencia o espirituales que son también terreno abonado para los abusos sexuales, porque ya no se respetan las personas y sus derechos", escribió el Papa.
Además, el Papa alertó que "se corre el riesgo de que la autoridad se ejerza como un privilegio, ya sea para los que la ostentan o para los que la apoyan".
En esta línea, el Papa Francisco subrayó que, en tales casos, se "forma complicidad entre las partes, para que cada uno haga lo que quiera, fomentando así, paradójicamente, una especie de anarquía, que tanto daño hace a la comunidad".