Los obispos de Argentina declararon a San Artémides Zatti como patrono de los enfermeros del país sudamericano, mes y medio después de la canonización del salesiano en el Vaticano.
En su última asamblea plenaria realizada del 7 al 11 de noviembre, la Conferencia Episcopal Argentina acordó nombrar a San Artémides Zatti patrono de los enfermeros del país.
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La propuesta surgió de la Comisión Episcopal para la Pastoral de la Salud, al considerar que las virtudes y el ejemplo de vida del santo "enfermero de los pobres" puede ser inspiración de quienes ejercen la profesión.
El Obispo que preside la Comisión, Mons. Luis Urbanc, explicó a AICA que la idea de este patronazgo data del momento en que el Papa Francisco anunció la canonización de Zatti.
"Nos vino a la mente que él tenía que ser el patrono de los enfermeros de nuestro país. Lo conversamos, se le planteó a la comisión ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) y la propuesta se sometió a la votación del plenario del episcopado que votó unánimemente a favor", detalló.
El Prelado agregó que ya circula una estampa del santo, realizada por los jóvenes salesianos, que comenzaron a difundirla entre los enfermeros.
Entre las virtudes que el Obispo enumeró, se destacan la disponibilidad de Don Zatti, quien luego de atravesar la enfermedad "decidió entregar el resto de su vida al cuidado de los enfermos".
Y junto a la disponibilidad, la capacitación. "Él se formó, recibió títulos, se capacitó para ejercer este servicio, no era un improvisado".
"También cultivó el espíritu de servicio", añadió, recordando que "cuando tenía que buscar un lugar donde dormir, buscó una habitación cuya ventana diera a la calle", para que cualquier persona que necesitara su servicio, pudiera llamarlo.
Por otra parte, subrayó la "integralidad" con la que atendía a los enfermos "desde su fe, desde su humanidad, las capacidades técnicas, la disposición moral, para hacer las cosas lo mejor posible".
En él, sostuvo, "se veía una total unidad de pensamiento y de obrar".
Zatti "apoyaba su vida en la unión con Dios y en el esfuerzo personal de capacitación y siempre se presentó de un modo humilde y sencillo", añadió.
Finalmente, el Presidente de la Comisión Episcopal de Salud hizo votos para que "entre todos nos dispongamos a hacer conocer la figura de san Artémides Zatti", y que su ejemplo pueda motivar "a que cada uno se empeñe en lograr cambios en su propia vida para servir mejor a Dios y al prójimo".
¿Quién fue Artémides Zatti?
Italiano de nacimiento, Artémides Zatti llegó a la Argentina a los 16 años junto a su familia y se asentaron en Viedma, capital de Río Negro, en la región patagónica.
Desde muy joven asistió a una parroquia salesiana y comenzó su camino al sacerdocio, hasta que contrajo tuberculosis cuidando a un sacerdote.
Artémides prometió a María Auxiliadora que, si se curaba, entregaría su vida al cuidado de los enfermos. Por eso abandonó la idea del sacerdocio y se hizo salesiano coadjutor, dedicándose al servicio en el campo de la medicina.
Con 35 años, Zatti se convirtió en director del hospital dirigido por los salesianos en Viedma. Más tarde, también pasó a ser el gerente de la farmacia y recibió su licencia como enfermero profesional.
Zatti trabajaba en el hospital y también viajaba a las periferias de Viedma y a la vecina ciudad de Carmen de Patagones para atender a los necesitados. En la zona se extendió su fama de santo enfermero.
En 1950 cayó de una escalera y comenzó a mostrar signos de cáncer de hígado. Continuó trabajando y falleció a causa de la enfermedad el 15 de marzo de 1951.
El Papa Francisco lo declaró santo en Roma el 9 de octubre de 2022.