El Papa Francisco recibió en audiencia a los participantes del Congreso Judío Mundial, a quienes dijo que "toda guerra es siempre, en todas partes, una derrota para la humanidad".
Durante su discurso en el Vaticano, el Papa señaló que "los judíos y católicos compartimos tesoros espirituales inestimables".
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Ante los presentes, el Papa Francisco recordó que "profesamos en el Creador del cielo y de la tierra, que no sólo dio origen a la humanidad, sino que da forma a cada ser humano a su imagen y semejanza".
Además, señaló que "también nosotros tenemos una visión similar del final, habitada por la confianza de que, en el camino de la vida, no avanzamos hacia la nada, sino hacia el Altísimo que nos cuida".
"Hacia Aquel que nos ha prometido, al final de los días, un reino eterno de paz, donde acabará todo lo que amenaza la vida y la convivencia humana", añadió el Papa.
Asimismo, lamentó que "nuestro mundo está marcado por la violencia, la opresión y la explotación, pero nada de esto tiene la última palabra: la fiel promesa del Eterno nos habla de un futuro de salvación".
En esta línea, el Papa destacó que "Él mismo será nuestro futuro" y defendió que aunque en el judaísmo y en el cristianismo hay diferentes ideas sobre cómo será este cumplimiento, la promesa reconfortante que tenemos en común permanece".
"Queridos amigos -continuó el Papa-, a la luz de la herencia religiosa que compartimos, miramos el presente como un desafío que nos une, como una exhortación a actuar juntos".
Subrayó también que "a nuestras dos comunidades de fe se les confía la tarea de trabajar para que el mundo sea más fraterno, luchando contra las desigualdades y promoviendo una mayor justicia, para que la paz no se quede en una promesa del otro mundo, sino que sea ya una realidad en éste".
"¡Cuántos seres humanos, creados a imagen y semejanza de Dios, están desfigurados en su dignidad, a causa de una injusticia que desgarra el planeta y es la causa subyacente de tantos conflictos, el pantano en el que se estancan las guerras y la violencia!", exclamó el Santo Padre.
Además, el Papa dijo que "las iniciativas políticas, culturales y sociales para mejorar el mundo, no tendrán éxito sin la oración y la apertura fraternal a otras criaturas en nombre del único Creador, que ama la vida y bendice a los pacificadores".
"Hoy, en tantas regiones del mundo, la paz está amenazada. Reconozcamos juntos que la guerra, toda guerra, es siempre, en todas partes, una derrota para toda la humanidad", destacó el Papa.
Más tarde, el Papa recordó la guerra de Ucrania, "una guerra sacrílega que amenaza a judíos y cristianos por igual, privándoles de sus afectos, de sus hogares, de sus posesiones, ¡de sus propias vidas!".
"Sólo con la seria voluntad de acercarse unos a otros y en el diálogo fraterno es posible preparar el terreno para la paz. Como judíos y cristianos, hagamos todo lo humanamente posible para detener la guerra y abrir caminos a la paz", pidió por último el Papa Francisco.