Policías forestales han impedido que se tale el árbol destinado a decorar el Vaticano esta Navidad, debido a que está sujeto a estrictas restricciones medioambientales.
Hace poco menos de un mes, el Vaticano informaba que este año un majestuoso abeto blanco de unos 30 metros proveniente de Abruzzo, un pequeño pueblo montañoso italiano con solo 182 habitantes, presidiría la Plaza de San Pedro en Navidad.
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Sin embargo, los encargados de talar este abeto fueron bloqueados por guardias forestales el lunes 14 de noviembre, cuando se disponían a llevar a Roma el árbol bicentenario.
Según informó la prensa italiana, fue el juez Dario Rapino, experto en medio ambiente, quien envió un informe pidiendo la intervención de las unidades forestales en el asunto.
En declaraciones al diario italiano Il Fatto Quotidiano, el juez señaló que, desde que se eligió utilizar el abeto como decoración navideña, "escribí una carta al Papa Francisco pidiéndole que lo salvara. Pero no obtuve respuesta".
Más tarde, señaló que pudo calcular las coordenadas de la ubicación exacta y descubrió que el árbol no se encontraba donde se había especificado, sino que estaba en Agnone, en Molise, una región que limita al norte con el Abruzzo.
"Sabía que los únicos abetos blancos que hay en Rosello son los de la Reserva y no se pueden talar", añadió.
Este abeto blanco se encuentra en una zona destinada a mantener o restaurar los hábitats naturales de las especies que lo habitan, y para que se pueda talar se necesita un estudio previo que puede llegar a durar incluso un mes.
Ante lo ocurrido, se ha encontrado finalmente un abeto "sustituto", en la zona del Abruzzo, que será presentado junto al Nacimiento en la Plaza de San Pedro el próximo 3 de diciembre.