Tras la publicación de un artículo en el diario argentino La Nación, la Oficina de Comunicación del Opus Dei emitió un comunicado en el que responde a acusaciones de exmiembros.

En su comunicado, con fecha 13 de noviembre, el Opus Dei lamenta además “la omisión de testimonios positivos” e invita a “conocer” su espíritu.

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El artículo de La Nación, publicado el domingo 13 de noviembre con el título “Es una trituradora psicológica”, recoge testimonios sobre la Obra, como llaman algunos familiarmente al Opus Dei, ofrecidos por exmiembros que denuncian manipulación y abuso de poder.

Si bien la nota reconoce que la Obra “mantiene fieles que la defienden” y que muchos de los que se fueron lo hicieron con procesos sin conflicto, hace hincapié en las “rupturas traumáticas”, aunque estas no incluyan denuncias judiciales.

La Nación señala en su informe que “los entrevistados coincidieron en la descripción del proceso de quiebre y manipulación al que se vieron sometidos cuando entraron en crisis con lo que ahora consideran un modelo de vida opresivo. Ya dejaron el Opus Dei, pero dicen que la mayoría de las prácticas siguen vigentes”.

Manuel Izquierdo Brown, ex miembro del Opus Dei entrevistado por el diario argentino, dice que “en el Opus Dei hay gente buenísima, convencida, que hace cosas fantásticas, pero también hacen mucho daño. Hay mucho fanatismo. Hacen mal creyendo que es lo que Dios quiere”.

El diario argentino asegura que los testimonios que recogió coinciden en denunciar el uso de “drogas que adormecen y manipulación de conciencia”.

A algunas de las supuestas víctimas, dice La Nación, “los mandaron a un psiquiatra perteneciente a la Obra que los medicó con antidepresivos y ansiolíticos”.

Además, añade, “les restringieron aún más el contacto con familiares, les advirtieron sobre lo infelices que serían si decidían irse y a algunos los terminaron aislando en centros apartados”.

El otro “punto crítico” que menciona el diario son las donaciones. Al respecto, indica La Nación, los consultados “dicen que jamás obtuvieron un recibo a cambio de los sueldos que entregaban todos los meses”.

Uno de los testimonios incluso “asegura que la instaron a hacer un testamento a nombre del Opus Dei”. Otro de los exmiembros sostuvo que “todos los numerarios y agregados están obligados a hacer un testamento en favor de la institución”.

La respuesta del Opus Dei

En respuesta a este artículo, desde el Opus Dei indicaron que la institución de la Iglesia Católica posee “fines exclusivamente espirituales”.

“Toda su actividad -de la que participan decenas de miles de hombres y mujeres en más de 70 países- está dirigida a tratar de ayudar a las personas a profundizar en su vida cristiana", añade la Prelatura Personal.

En referencia a las tres personas que presentaron su testimonio a La Nación, el Opus Dei señaló que “cuentan vivencias negativas, que ocurrieron hace más de 20 años”.

Conocer estas experiencias, expresó la institución, “nos llena de dolor” y los mueve a “seguir profundizando en cómo mejorar los modos de acompañamiento y formación”.

“Nuestro deseo y nuestra práctica es recibir, acompañar y pedir perdón a quienes hayan formado parte del Opus Dei y no hayamos sabido tratar con la generosidad y el afecto que necesitaban”, expresó.

En segundo lugar, en su comunicado la Prelatura reconoce que ha habido, tanto en la sociedad como en la Iglesia y en el Opus Dei, “un aprendizaje y una evolución en la sensibilidad en torno a la salud mental como una ayuda para atravesar situaciones emocionales difíciles”.

“De ninguna manera nos vemos reflejados en las acusaciones de una estructura de manipulación y maltrato", aseguró, aunque indicó que pudieron existir "casos concretos".

En esa línea, el Opus Dei dijo que “para esa situación, existen canales de denuncia”, tanto en la institución como en la Iglesia y en la justicia civil.

Como tercer punto, la Prelatura señaló que es habitual que entre los miembros del Opus Dei “se sugiera algún especialista”, pero aseguró que “la elección del médico es libre y personal”.

En los casos en que una persona de la Prelatura ha acompañado a otra a una consulta o tratamiento, dijo, ha sido con el expreso consentimiento del paciente.

“Tanto la medicación, en caso de que fuera necesaria, como el seguimiento de un tratamiento, es responsabilidad del paciente y del profesional tratante”.

El Opus Dei aseguró además que “se procura respetar estrictamente la reserva debida", en especial “en lo referido a la vida íntima de las personas”.

En cuanto a la atención espiritual, señaló, "siempre se ha procurado seguir las orientaciones de la Santa Sede y las mejores prácticas con la intención de ayudar lo mejor posible”.

Finalmente, y sobre las cuestiones económicas y el sostenimiento de la obra consignadas en el artículo de La Nación, el Opus Dei dijo que todas las donaciones se realizan “de acuerdo con la legislación” y figuran en los registros contables.

En la convivencia cotidiana, agregó la Prelatura, “existen maneras muy variadas de organizar los gastos comunes”, y los miembros del Opus Dei “organizan sus cuestiones patrimoniales y testamentales como lo juzguen más conveniente, con total libertad personal”.