Mons. Javier del Río Alba, Arzobispo de Arequipa (Perú), responde a la pregunta sobre para qué existen la historia y los cristianos en un mundo plagado de guerras, enfermedades y calamidades.
Al referirse a los cristianos, el Arzobispo se refiere a todos quienes creen y procuran imitar a Cristo, sobre todo a los católicos cuya Iglesia fue fundada por el mismo Cristo.
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En un artículo titulado "La finalidad de la historia y de los cristianos", enviado a ACI Prensa este sábado, el Prelado recuerda que "en el evangelio de este domingo escuchamos a Jesús anunciar que 'llegarán días en que no quedará piedra sobre piedra que no sea destruida' o, como lo dijo en otro momento, 'el cielo y la tierra pasarán'".
"Pero antes de que eso suceda, nos dice también el Señor este domingo, 'habrá guerras, grandes terremotos, pestes y hambre'".
El Arzobispo resalta que parece que "Jesús está hablando de nuestros días y, en efecto, lo está haciendo porque la historia de la humanidad ha estado siempre marcada por este tipo de calamidades. También en nuestros días".
"Desde que Adán y Eva creyeron en el engaño del demonio y rompieron la comunión con Dios, la humanidad ha quedado dividida: Caín mata a su hermano Abel y, a partir de entonces, los hombres no han dejado de matarse a lo largo de los siglos", indica el Arzobispo de Arequipa.
"Hoy la guerra desatada por Rusia con la invasión a Ucrania ocupa un lugar en los noticieros, pero no es la única", continúa y señala otras guerras "fraticidas" como las de Medio Oriente y África, que han llevado al Papa Francisco a decir varias veces que existen una "tercera guerra mundial a pedazos".
Tras referirse al hambre que sufren millones de personas, a la "peste" del covid y al calentamiento global, Mons. del Río precisa que todo eso es consecuencia del pecado que hace al hombre romper con Dios, con los hermanos y la creación.
"Esa es la historia de la humanidad. Y cuando la Iglesia alza la voz para iluminar esta realidad de injusticia y muerte y llamar a la humanidad a renunciar a los ídolos de este mundo y volver a Dios, es incomprendida", lamenta el Arzobispo.
De ese modo, prosigue, "se cumple en los cristianos las otras palabras de Jesús en el evangelio de este domingo: 'los perseguirán…matarán a algunos de ustedes y todos los odiarán a causa de mi nombre'".
"Pero no termina ahí el Señor, sino que concluye diciendo: 'Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá; con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas'. Esta es la finalidad de la historia y de la existencia de los cristianos, a las que me he referido antes".
Tras citar al Papa Francisco quien hace algunos años dijo que el Espíritu Santo "doblegará a las fuerzas del mal", el Arzobispo de Arequipa subraya que "el amor de Dios es superior al mal".
Entonces, concluye el Prelado peruano, "la finalidad de la historia y de la existencia de los cristianos es hacer posible que el amor de Dios se vaya extendiendo en el mundo".